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Advertencia: sexo explicito, si no te gusta leer este tipo de escenas te invito a saltarte hasta la siguiente viñeta.

Sin más que decir disfruten del capitulo.

Dejen por aquí sus 🔥 por Ayla y Donovan.

❝ El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir al borde de un horrible precipicio❞

Stendhal

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Bien, no pensé que la noche iba a terminar de esta manera, pero ahora agradezco a quien sea que esté allá arriba por esto

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Bien, no pensé que la noche iba a terminar de esta manera, pero ahora agradezco a quien sea que esté allá arriba por esto

Ayla tiene un aura que atrae, no sé si son sus ojos o esa confianza con la que hace las cosas pero me gusta, también puede ser esa manera de controlar las cosas.

Estoy seguro de que es una salvaje en la cama. Se me pone dura al imaginarnos desnudos, sudorosos y gimiendo por más. Estoy en un maldito sueño, no. Esto es mejor que un maldito sueño, beso con más fuerza a Ayla, el gemido que suelta mientras la pego más a mí hace que mi polla duela aún más.

—Esto está mal —murmura contra mi boca.

Abro mis ojos y miro su gesto de preocupación.

—Está todo bien, si quieres terminar con esto, bueno...lo haremos.

—No, es que...tengo miedo por el futuro —responde.

—Hey, dijimos que lo tomaríamos con calma, minuto a minuto, ¿Recuerdas?

—Lo recuerdo, pero eso no evita que no tenga miedo.

Beso su frente y después la punta de su nariz.

—No te haré daño nunca.

Se me queda viendo a los ojos como si estuviera analizando mi respuesta, entonces, se abalanza sobre mí, me acuna la cara entre sus manos y me besa, desliza la lengua entre mis labios mientras me empuja contra la pared más cercana, Ayla se separa de mí y me mira con esos ojos de cordero, siempre he pensado que tal vez tenga esa mirada dulce e inocente pero es todo lo contrario. Es como si estuviera cazando a su presa y yo lo soy.

Y me encanta.

Le pongo la mano en la nuca y la atraigo hacia mí para besarla de nuevo. Esta vez con más ímpetu, con más urgencia. Es como si hubiéramos esperado este momento durante estos meses, que ahora que por fin ha llegado no pudiéramos contenernos, quiero más. Siempre quiero más de ella, no sé cómo logro que ahora ella esté contra la pared, pero aprovecho la oportunidad para levantarla y envolver sus piernas en mis caderas.

Dejo sus labios para trazar un camino con mi lengua hasta su cuello y mordisquear a mi antojo, suelta un gemido bajo.

— ¿Quieres que te folle contra la pared? —Interrogo— o...prefieres encima de mi escritorio.

Falsamente Enamorados 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora