La luna era mi testigo
El día en que inclinado
Juré que estaría contigo
Hasta por la muerte ser llevado.
Era fácil a mi entender
Porque mi corazón ilucionado
Veía en tu ojos verdes
Todo lo que había soñado.
Y por ironías de la vida
Mi ser quedó en la nada,
Recordando lo bella que te veías
Entre mis brazos acostada.
Era un sueño por cumplir
Que ya quedó en el pasado,
Pero inútilmente insisto
En seguir enamorado.
Casi eterno parecía
Mas hoy estoy devastado
Porque el frío invierno
Se robó lo conquistado.
ESTÁS LEYENDO
Mil Noches Sin Ti
PoesíaMil Noches Sin ti es una fusión de tristeza, amor y erotismo que embriaga al lector y lo sumerge en la melancolía de un hombre con el corazón roto pero que aún sueña con su amada Gracias a Editorial Submarino por la nueva portada, está épica
