Algún día...

Feliz.

Hablar en tercera persona no es mi fuerte, y contar la historia deprimente de una adolescente no creo que sea muy entretenido. Esta nota fue hecha para indicar que desde ahora esta "novela" será escrita en primera persona.

Ese día en la sala, vi como mi hermano jugaba con mi gatita, pero, no se sentia como si jugara, la estaba apretando, el lo veía como algo divertido, yo no.

Sentia su desesperación, a mis padres no les importaba mucho, hasta que mi padre se hartó de los maullidos de mi gata. Comenzaron los gritos, mi padre gritaba regañando a mi hermano, Yo no aguantaba más, solo me quedé alli sentada, escuchando... En eos momentos es cuando recuerdo cuando estaba pequeña, como me sentia yo al escuchar los gritos.

Me prometí a mi misma no dejar que mi hermano pasara por lo mismo que yo, pero, ¿Cómo?

¿Cómo luchar contra un poder superior que puede simplemente aplastarte cuando quiera?

Es complicado, el sentimiento de culpa se hace cada vez más grande, el peso de la carga que llevo sobre mi espalda es muy grande.

¿Cómo puedo proteger a alguien si no puedo protegerme a mi misma?

Escucho como mi hermano llora, este sentimiento es horrible, el saber que dañan a alguien que quieres y no poder hacer nada al respecto. ¿Llaman a eso disciplina?, yo no creo que lo sea, el que un niño tenga miedo de un sonido no lo es, que sepa quien viene al escuchar sus pasos, que tengan miedo de hablar, de expresarse, la presión es muy grande.

Y DESPUES SE PREGUNTAN POR QUE LO HICE 

Mis experiencias no han sido las mejores, sin embargo, aqui sigo, aquí estoy, inútil como siempre, escucho a los demás, no quiero que sientan lo que yo sentí, nadie merece sentirlo. Mis amigas conocen mi historia y mis problemas pero... ¿De verdad me escuchan?, tal vez solo soy un fastidio, no las marezco, comparto mis sentimientos pero, ¿De verdad son importantes?

Tal vez solo exagero , solo estoy siendo dramática como dice mi madre, tal vez solo deberia desaparecer...