Mikey Sano III

497 36 4
                                    

Era la segunda semana que venía a buscarla para seguir hablando como siempre lo hacían, pero ese día tampoco salió, decidió esperar a su amigo aunque sabía que este se enojaría, pero no tenía idea donde estaba su pequeña amiga y no sabía a quién mas preguntarle

-Mikey? Porque estas acá pasa algo con la toman?-

-no, de hecho es con tu hermana-

-no entiendo-

-es que bueno es mi amiga y siempre venia a pasar el rato y llevo tiempo sin verla-

-Mikey aléjate de mi hermana- la serenidad y seriedad con la que logro decirle solo provoco que Mikey se riera

-hablo enserio Mikey, podrías meterla en problemas-

-está bien pero donde está-

-en la escuela, papá logro inscribirla en uno de los mejores colegios-

-entonces es por eso-

Ese día no pregunto por el lugar del colegio sabía que Kazutora no le diría, sin embargo le tomo menos de 1 semana conseguir la dirección exacta, la primera vez que fue la vio con muchas chicas, se sintió feliz por ella, estaba haciendo amigas, estaba orgulloso, así siguió durante dos años, nunca interfirió en su vida, estaba bien con verla de lejos, ella acababa de cumplir 15 años, se empezó a preguntar en qué momento fue que creció tanto, ni siquiera lo noto, cuando estaba a punto de subirse a su moto para marcharse, vio como alguien la tomaba por la cintura desde atrás, la mirada de Mikey se volvió profunda al presenciar la escena

Su moto permanecía encendido a pesar de que el dueño no estaba sentada en ella, fue caminando serio hasta el lugar de ambos jóvenes y la tomo del brazo separándola, con una mirada dura y seria la miro a los ojos

-Tienes idea que diría tu hermano o tu padre al verte así, para eso te mandan a la escuela?-

-Mikey?-

-te pregunto, para eso vienes a la escuela para dejar que cualquiera ponga sus manos en ti?-

-Mikey?-

La adolescente no podía creer lo que pasaba, simplemente su cerebro no era capaz de procesar todo tan rápido, llevaba años sin verlo, la última vez que lo vio fue en una foto que Kazutora tenía en su cuarto

-ahora mismo vamos a tu casa-

El pobre chico no sabía lo que pasaba, apenas hace un par de horas la chica decidió aceptar ser su novia y ahora venia alguien más intimidante a llevársela en moto

-espera, no puedo irme contigo-

-te llevare a casa ahora sube si no quieres que le diga a tu hermano-

-pero- podía sentir la pena con la que ella empezaba a hablar, algo le ocultaba- bueno es que hoy terminamos las clases temprano y pensábamos ir al centro-

La cara del rubio se puso más seria de la que ya estaba y visualizo a una madre enojada

-es que a eso vienes a la escuela?, a andar con novios, escaparte de clases, a la escuela se va a estudiar no a hacer estas cosas-

-Mikey, Draken decía que ni siquiera estas despierto en clases entonces con qué derecho me lo dices-

-sube, en tu casa discutiremos esto-

Estaba tan feliz que olvido por completo que ese día decidió tener novio, se sentó detrás de él, y lo abrazo tan fuerte, así como lo hacía en sus sueños, Mikey estaciono su moto lejos, acompañándola a su casa

-no hay nadie, entra-

No tenía nada que pensar, solo planeaba decirle que no vuelva hacer esas cosas y luego se iría, al tenerla de frente confirmo que efectivamente ya no era una niña y era esa la razón por la que tenía que corregir sus comportamientos

-paso tanto tiempo que olvide que la ultima vez me dolió lo que dijiste-

Mikey era la primera persona que se quedo con ella a pesar de su complicada familia, incluso era ignorada por su propio hermano, el termino siendo su pasatiempo favorito

-eras bien promiscua-

-oyeee en los cuentos decían que la princesa era feliz después de casarse-

-quien era él?-

-mi nuevo novio-

-LO SABIA ERES UNA PROMISCUA-

El ambiente era raro pero bastante confortable, extrañaba hablar con él y sabia que el también la extraño

-pero eso a ti que, es mi primer novio- ambos tomaban asiento en el sofá, parecía un deja vu de cuando eran chicos, solo que en esta ocasión era ella quien tenía algo que contar

-hoy di mi primer beso- el rubio tenía cara de que se desmayaría en cualquier momento y ella pensó en burlarse de eso pero antes de hacerlo sintió los labios de él en los suyos, sus ojos se abrieron de la sorpresa y lagrimearon de la emoción, no paro el beso en ningún momento, al contrario empezaba a ponerse más demandante, deslizo su cuerpo en el sofá mientras el rubio se encontraba encima dando pequeños descansos para recuperar el aliento y seguidamente seguir besándola

-Mi-key- sentía como este bajaba sus besos húmedos a su cuello hasta llegar a su clavícula y dejar pequeñas marcas rojas que desaparecerían con facilidad los jadeos por la sensibilidad al ser tan inexperta eran bastante notorios y un alivio para los oídos de Mikey

-no vuelvas a decir que alguien más que yo es el primero-

El sonrojo empezaba a apoderarse de toda su cara después de hacer presencia en ambos oídos completamente teñidos de este color, sus manos acariciaban sus muslos recorriendo por debajo de su uniforme escolar

-tienes miedo?-

-no si eres tú-

La sonrisa de Mikey se apodero de su rostro sintiendo una felicidad que se apoderaba en todo su cuerpo, estaba agradecido de ser él quien la vea, recorría su cuerpo hasta llegar a su ropa interior, ese iba a ser su regalo, no estaba planeado pero era mejor hacerla suya porque no tenía idea como podría parar ahora que estaba así, desabotonaba su camisa mientras la miraba a los ojos, pensaba en lo bueno que sería tatuarse la expresión que ella le mostraba pero probablemente eso arruinaría su amistad con su amigo, la vio en ropa interior y sintió su erección bastante molesta al ser presionada por su ropa interior, quería liberarla, con una mano masajeo uno de sus pechos mientras con la otra rozaba su intimidad hasta hacer que sus bragas se humedecieran, su boca se encargaba de mordisquear suavemente su pecho que se encontraba al descubierto por encima de su brasier, si bien no podía marcarla en el cuello, nadie tendría por qué verle los pechos así que decidió no contenerse, los sonidos lascivos que salían de la boca de ambos era algo que ninguno iba a olvidar, sus dedos hicieron a un lado las bragas bastante húmedas y de esta manera introdujo ambos dedos, sus dedos entraban y salían de su entrada, al ser una sensación nueva para ella, su cuerpo no tardo en reaccionar, su espalda se encorvaba ligeramente hasta que sintió que la mejor sensación que sentía se detuvo, vio como el chico se desabrochaba los pantalones y sacaba su erección con la punta brillosa debido a la humedad, ella veía ansiosa, tenía miedo pero cuando miraba su rostro cualquier temor desaparecía instantáneamente

Con una de sus manos frotaba la punta en su entrada mientras masturbaba todo su falo, estaba emocionado y feliz, el era su "hombre", las miradas que este hacia eran su manera de decirle a ella que estaba feliz excitado de verla sumisa ante él y antes de introducirse en ella la volteo poniéndola en cuatro y finalmente entro en ella, la penetro y al mismo tiempo escucho el mejor gemido de toda su vida, entraba y salía casi al mismo tiempo en el que ella jadeaba su nombre, besaba todo lo que estaba a su alcance, su cuello, su espalda, agarraba fuerte su cintura y con una mano masajeaba uno de sus pechos

-ahora tu novio soy yo- 

*****

lemon pobre
Perdonen si pillan faltas de ortografía es que ya son las 1 de la madrugada y según yo ya revise y todo está nais

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 10, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

*One shots TR*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora