La lluvia artificial recorría su cuerpo desnudo haciendo qué el jabón cayera por su fría piel. El sonido de la perilla siendo abierta llamó su atención y con su cabeza cabizbaja miró hacia la puerta.
Con cabello castaño despeinado, camisa blanca desabotonada, pantalón negro y sus pies descalzos era admirado por JiSung.
Todo rastro de tristeza desapareció al ver a su novio entrar y deshacerse de su ropa para entrar a la ducha con el. Sus manos recorrieron su pálida y sueve piel hasta llegar a su afinado rostro.
— Tus ojos volvieron a brillar.—
Comentó con una sonrisa mientras acariciaba la mejilla del más alto.— Y siempre lo harán, solo tienes que mirar al cielo. —
Colocó su cabeza en el pecho del contrario y abrazó su gran cintura pero sus brazos cayeron, dejándolo solo con aquél recuerdo.
Su novio ya no estaba.