Era una noche tranquila e Izana ya tenía ocho semanas de embarazo y su barriga aún seguía plana. Eso lo hacía dudar si en verdad estaba embarazado o no. Pero gracias una larga investigación de internet y preguntándole a Shinichiro, se alivió al saber que era completamente normal que su barriga aún siguera plana, que cuando menos se lo espere ya tendrá una panzota, que disfrutará mientras aún no tenía que soportar dolores de espalda.
— ¡Chocho!—Grito Izana desde la habitación.
Kakucho al oírlo corrió dejando de lado su computadora con la cual estaba trabajando.
— ¡¿Qué paso Nana?! ¡¿Él bebé está bien?!—Pregunto Kakucho totalmente preocupado.
— Te amo mucho.—Izana le lanzó un beso volado con bastante emoción.
Kakucho soltó un suspiro totalmente aliviado. Le sonrió.
— Yo también, Nana.
Y se marchó a continuar con su trabajo.
— ¡Chocho!—Le volvió a llamar Izana.
Kakucho volvió a correr hacia la habitación y miro a Izana inspeccionando de que se encontrará bien.
— Él bebé dice que tambien te ama mucho.—Sonrió Izana acariciando su vientre.
Hitto definitivamente no podía molestarse con él. Se acercó y se acostó a su lado, acaricio el vientre de Izana con ternura.
— Papi también te ama mucho.—Le susurró Kakucho.
— Si tanto nos amas demuéstralo trayendonos una pizza del lugar donde comemos siempre. La pizza que tenga piña, champiñones, mucho, mucho queso, pepinillos, que no tenga carne, solo peperoni y que tampoco tenga aceitunas. Odio las aceitunas.—Sonrió con inocencia.— Me olvidaba. También traes un helado de mora, leche condensada, fresas, chocolate y unos panes dulces. Para tomar, agua estaría bien. No quiero engordar mucho.
Kakucho se quedó anonadado al oír el antojo que había tenido Izana. Wakasa le había advertido que esto pasaría. Pero por lo menos sus antojos eran normales a comparación de las combinaciones que hacía Shinichiro, Wakasa le había dicho que esté comía hasta tierra.
Definitivamente debió hacerse una vasectomía.
Kakucho miro la hora, eran exactamente las 10:40 pm, si se daba prisa podía llegar a la pizzería, ya que está la cerraban a las 11 pm.
— Está bien Nana. Ahorita voy por tu pizza y tú helado.—Le dió un pequeño besito en la frente y salió lo más rápido que pudo de la habitación.
Y así empezaba el viacrucis de Kakucho Hitto. ¿Su misión? Conseguir pizza, helado y pan dulce para su amado.
Subió a su moto y se colocó el casco, la encendió y a toda prisa fue a la pizzería donde solían comer. ¿Por qué no pedir un delivery? Simple, porque la pizzería quedaba algo lejos del lugar donde vivían, a unos treinta minutos para ser exactos. Pero gracias a la velocidad en la que iba Kakucho, pido llegar en 20 minutos.
Estacionó su moto fuera de la pizzería y entro en ella a toda prisa.
— Lo sentimos señor, ya estamos cerrando.—Le dijo una trabajadora que se encontraba barriendo el lugar.
— ¡Por favor! Solo llevaré una pizza.—Rogó Kakucho.
— Lo lamento, pero no podemos.—Esta vez intervino un chico el cual se encontraba en la caja registradora.
— La pizza no es para mi. Es para mi novio, él está embarazado y justo se le antojo una pizza de este lugar, y se que si no le cumplo el capricho se pondrá histérico y no dudará en pedirme el divorcio aún que no estemos casados. Somos clientes frecuentes de aquí...—Kakucho estaba totalmente desesperado. No sabía si Izana reaccionaria de esa manera, pero Wakasa le había dicho que así solía ser Shinichiro cuando no le cumplía algún antojo, así que no podía arriesgarse.
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¡Hello Daddy's! - Kakuiza
FanfictionUna noche loca en la fiesta de navidad. ¿Salió un pequeño fruto de eso? Dos rayitas rojas confirmaron lo que más temían Kakucho e Izana. ¡Hello daddy's! • La mayoría de los personajes son pertenencia del gran Ken Wakui. • Mpreg. • Está historia f...