Up In Arms

Capítulo 3.

Wiii, la verdad es que hacia mucho que no seguía con esta novela, y hubo varias personas que querían que la siguiera, así que aquí está, es un capítulo algo corto ya que no ando con mucha inspiración, pero aún así, espero que les guste. Un saludo. <3

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Enero de 2000:

"Yeah can't you hear my motored heart

You're the one that started it

Send me out on a tether

Swing it round I'll spin your noose

You let it down

I'll hang around with you, till you find someone better

When there's no one left to use, and everyone keeps going down"

Parecía ser como otro día, como siempre, pero se me olvidó que hoy era mi primer día de trabajo. Mi alarma sonó otra vez, pero esta vez todo era muy diferente. Era mi primera día trabajando como una manager de rock. ¿Cómo había llegado yo a esto?.. aún seguía pensando que era una de las miles solicitudes que había tras aquella urna de donde sacaron la mía, ni si quiera pensaba que aquella solicitud fuera enserio. Me reí y conseguí levantar la cabeza de aquella pesada almohada llena de agujeros algo importantes. Ni si quiera tenía para comprar una almohada nueva, realmente podía haber tomado una prestada de mi madre, pero no quería darle más preocupaciones de las que podía tener a su vieja edad. Al levantarme y meterme hacia el armario grande de ropa que poseía, y en el que te podías perder, justo cuando iba a sacar algo decente de mi armario, oí como mi móvil, más bien considerado un cacharro sonaba. Al principio, no hice mucho caso, hasta ver que sonaba completamente tres veces por segundo. Era algo irritable, así que intenté salir viva de aquel gran amario de madera repleto de una montaña de ropa, y aún con los pantalones del pijama puesto y mi cara medio maquillada tomé el móvil, y pude observar que era un mensaje de texto, vaya, me asusté no conocía el número de quien me lo había enviado, al abrirlo mis ojos pudieron observar aquello:

"Hola April, espero que te acuerdes de mí, y sí no, creo que lo harás después.

Vale, yo soy intentaba ser gracioso, ¿no me mates vale?.. a lo que iba, te estoy esperando en la sexta calle desde esta mañana, para que no te puedas perder en esta ciudad de mierda. ¿No sabes por qué lo digo?.. bueno, tranquila, nadie me entiende cuando digo esto. Suerte, y espero que no llegues tarde.

-Dave Grohl."

Al acabar de leer aquel mensaje de texto algo corto acabé con una sonrisa algo evidente, aquel tal Dave parecía un hombre algo simpático, algo que después de todo me parecía un milagro. Las estrellas de rock podían ser insoportable a veces. Después de quedar embobada tras varios minutos de leer aquel mensaje, volví a la vida real, y terminé de vestirme. ¿El conjunto?.. nada especial, unos vaqueros algo rotos, una camiseta de tirantes negra, unas converse negras y mi cazadora negra de cuero. Tenía la cara algo maquillada, pero por hoy, ni quise seguir con la raya, así que quité lo poco de delineador que tenía y me dejé los ojos al natural. Una situación un tanto riesgosa, sobre todo para una persona tan horrible y miserable como yo. Si no le causaba impresión el primer día iba a morirme. Tras terminar de vestirme y asearme llegaba la peor parte. No tenía coche, y Los Ángeles no era una ciudad en la que andar solo te llevara cinco segundos o menos. Iba a terminar agotada hasta llegar a aquella dirección que al señor agradable de Dave Grohl se le había ocurrido. Tal vez eso era por que el tenía un coche lujoso, y yo tenía que usar mis gordas y horribles piernas para llegar hacía allí. Casualidades de la vida. Tras respirar aquel horrible aire contaminado y ver como todo el sol me daba en la cara después de mucho tiempo, pude darme cuenta de que al fin estaba en la calle. Di infinita cantidad de vueltas sobre las calles soleadas de Los Ángeles, y incluso en Invierno, eran un infierno de calor. Al llegar a la famosa calle "6th Street" mi lengua se encontraba sin saliva alguna y mi respiración se agitó mientras me quitaba mis gafas de sol. Tras mirar de un extremo a otro encontré a alguien quien me levantaba la mano una y otra vez, vaya era él, pude contemplarle de arriba a abajo mientras al igual que yo, llevaba unos vaqueros, pero una camiseta con mangas blancas y lo demás negro. Era Dave Grohl, al fin después de aquel sufrimiento había logrado encontrarle. Me acerqué pareciendo natural, pero los nervios se volvían a enredar sobre mi cuerpo mientras llegaba hacia los pocos centímetros de distancia que me encontraba de él.