𝟶𝟻

917 58 13
                                    

A medida que los días y semanas pasaban las ventas subían. Gracias a la habilidad social de Sid, mi personalidad calmada y lo fácil que Eddie tenía la mano nuestro negocio pasó de boca en boca y los pedidos era cada día más frequentes. También creamos una gran amistad con los chicos de hellfire club. Sid solía jugar de pequeño y le encantó la idea de juntarse por las noches a jugar dragones y mazmorras con los chicos mientras yo disfrutaba ver como se divertían. Hacía tiempo que ni Sid ni yo teníamos amigos de verdad, y los chicos de Hellfire eran maravillosos, sobre todo Gareth. Mentiría si dijera que no iba a las campañas para solo ver a Sid y al resto jugar. El joven oji azul me dedicaba miradas cada vez que podía y yo hacía lo mismo. Alguna que otra vez nos habíamos encontrado mirándonos mutuamente, veces en las que él me dedicaba una de sus brillantes sonrisas con las mejillas levemente sonrojadas.

Ahora Chrissy se había vuelto una de mis mejores amigas. Aunque no lo pareciera Chrissy no era para nada una mean girl, sinó todo lo contrario. Era dulce, agradable y muy buena chica. Se abrió a mi y me lo contó todo. Se me rompía el alma con cada palabra que salió esa mañana en los baños de chicas, pero entendí que era necesario que le contara a alguien lo que le pasaba.

Quedamos que cada vez que tuviera ganas o sintiera la necesidad de vomitar me buscaría o me llamaría. Alguna vez se había acercado a pasar la noche en mi casa, cosa a la que Sid no le resultó inconveniente.

Era un sábado por la mañana y los chicos de Hellfire club se encontraban rodeando la mesa de nuestra sala de estar mientras lo preparaban todo para dar inicio a la partida. Saqué los gofres que acababa de hacer y los puse en un plato. El timbre sonó y Sid fue a abrir la puerta.

-¿Quien era?.- Pregunté saliendo de la cocina con el plato en mis manos.

-El cartero.- Dijo cerrando la puerta a sus espaldas. -Es para ti.- Dijo tendiéndome un sobre blanco.

Miré el remitente en el sobre tras dejar el plato junto al chocolate líquido y la miel.

-No me jodas.- Dije abriendo el sobre.

-¿Que pasa?.- Preguntó Dustin.

Saqué la carta del sobre y una risa se escapó de mis labios.

-Pero que cojones tiene el cabrón...- Dije.

-¿Quién es?.-Preguntó ahora Gareth.

-Ni más ni menos que nuestro queridísimo padre.- Dije mientras leía la carta por encima.

-¿No estaba muerto?.-Preguntó Eddie.

-Que va, sólo está en la cárcel con la perpetua.- Respondió Sid.

Los chicos se miraron sorprendidos entre ellos.

-¿Qué pone?.- Preguntó Mike.

-Gilipolleces.-Respondí seca.

Can't let them hurt you if you don't give them a chance

I don't have issues I just don't think I need a man

Querída t/n, mi niña, mi princesa. Te quiero tanto, y tú tan poco. Nunca pensé que serías tan despreciable y asquerosa como tu hermano. Pensaba que tú no me abandonarías, pero mira lo que has hecho. Me has dejado a mi propia suerte, me has encerrado en este lugar de mierda a mi propia suerte, ¡has abandonado a tu propio padre! yo te lo di todo y tú me lo has quitado todo. Siempre serás la niña de mis ojos, siempre serás mi hija por mucho que me maltrates y desprecies. Ya sabes que siempre estaré para ti, y que espero una respuesta.

Siempre tuyo; 

Tu padre.

Know you wanna talk to me,

Lovely Boy // Gareth EmersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora