LAUREN—Así, justo ahí... - Murmuré.
—Lauren... - La voz de Camila apenas salía.
—¿Qué? - Dije después de unos segundos —A mí me gusta ese cuadro justo ahí - Camila reviró los ojos mientras trataba de no caerse de las escalerillas.
—No está centrado - Fue mi turno de revirar los ojos ante su fanatismo porque todo fuera perfecto.
—A mí me gusta - Sonrió dándose por vencida. Estábamos redecorando mi oficina.
—Si no te amara tanto ahora te habría golpeado por lo desorganizada que eres - Me encogí de hombros. Ella se acercó a mí arrinconándome entre su cuerpo y mi escritorio —Recuerdo la primera vez que follamos, estar en una oficina siempre me pone caliente al recordarte tan llena de mí - Ella besaba mi cuello —Tan apretada... - Gemí cuando Camila me acarició por encima de los pantalones.
La atraje por el cuello para inundarnos en un beso feroz, la besé con tanta pasión pues no podía evitarlo, Camila era una calientapollas. Sus manos me tenían loca burlándose de mi dolorida polla, torpemente me hizo retroceder hasta que estuve sentada detrás del escritorio, ágilmente desabotonó mis pantalones y los bajo un poco.
Se arrodilló.
Ella comenzó a chuparme desde la base, sus malditos labios eran mi perdición en donde quiera que estuviesen.
—Camz... demonios - Llevó mi polla hasta el fondo de su garganta. Mis ojos vieron el cielo mismo. Su caliente garganta me tomaba tan bien.
Sus ojos decían un millón de cosas, sus ojos burlones disfrutaban tenerme a sus pies, yo haría cualquier cosa que ella me pidiera, no era un secreto que Camila me gobernaba.
"Señorita Jauregui, su padre va hacia su oficina".
Dios.
Camila se puso de pie tan rápido que golpeó su espalda contra alguna parte del escritorio, mi polla, mi maldita polla seguía tan dura que me dolió demasiado cuando la guarde en mis pantalones. Fueron solo segundos cuando mi padre entró con rostro ceñido.
—Señor Jauregui - Camila saludó con respeto. Podría reírme de su mano en su espalda si otra fuera la situación.
—Camila - Ambas nos sorprendimos. Mi padre actuaba siempre como si Camila no existiera —¿Por qué no respondes mis llamadas? - Preguntó directo hacia mí. Hice una mueca.
—La última vez que hablamos resulté herida físicamente por tu hijo - Camila colocó su mano en mi hombro, parecía como si supiera cualquier cosa que me sucedería inclusive antes que yo.
—Lauren... eres mi hija también - Se veía arrepentido. No por mucho tiempo —Camila, ¿Podrías salir de aquí?
—No - Altanera. Recordaba cuando su tono de voz me irritaba tanto en el instituto —No dejaré que le haga daño nuevamente además, si pienso pasar el resto de mi vida junto a Lauren... no hay secretos entre nosotras.
—No voy a pretender que me caes bien - Dijo viendo a Camila quien alzó la cabeza aún más —Sin embargo, estoy arrepentido de la manera en la que te traté, Lauren... solamente quería que lo supieras y también, que no nos meteremos en tu relación - Conocía a mi padre. Había verdad en su mirada.
—Está bien, papá, agradezco que no se metan, pero me tomará algo de tiempo olvidar lo que sucedió.
—Lo entiendo... tu madre no tiene la culpa de nada y ella realmente te extraña, me gustaría que la vieras.
ESTÁS LEYENDO
Señora Cabello - En Pausa.
FanfictionContinuación del One Shot "Señora Cabello". Doble G!P. . Si no es de tu agrado abstente a leer. . *No se permiten copias o adaptaciones.