[Capítulo 1]

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[1°]

Cuando Sam pudo salir nuevamente de casa había notado algo ligeramente distinto. No sabría decirlo pero algo en el ambiente se sentía un poco como ¿Halloween? Como si de pronto hubiera mil gentes preparando y colgando miles de figuritas de calaveras y fantasmas en todos lados. Los fantasmas resaltando en especial.

Los fantasmas en especial, hasta parecía que la gente quería imitar hasta su parecido.

Sam no era de esas que seguía gustos de moda ni si quiera porque su grupo de amigos góticos comenzara con una nueva moda. Es decir, si estaban de moda los murciélagos ella prefería las arañas, si estaban de moda los gatos negros prefería las arañas, si estaban de moda los malditos fantasmas siempre preferiría las arañas. Era más que obvio, su mochila de araña no tenía nada que decir ante eso.

Pero era obvio, ese show de los fantasmas tan solo se había vuelto un poco tonto, es decir, de repente porque habían sufrido ataques de fantasmas la gente en los últimos días (que ella nunca vió en persona pero sí supuestamente en un vídeo que podría hacer sido editado) habían decidido hacer a los fantasmas parte de su cultura pop.

Y por supuesto, el próximo en el escenario había escrito un poema sobre fantasmas. Maravilloso. Palabras que comenzó a dejar de prestar atención Sam, intentó jugar con el centro de mesa que también tenía una pequeña figura de fantasma. Y de pronto se escuchó un terrible estruendo. Desde el techo hacia el escenario en que el anterior individuo había comenzado a recitar su poema cayó directo un jovencito no mayor a 13 o 14 años. Alguien lo había lanzado desde muy muy alto, y ese alguien estaba ya ahí mismo, en el escenario donde había caído el joven; el espécimen que levitaba y tampoco tenía pies levantó su arma medieval hacia el joven quien trató con todas sus fuerzas levantarse rápido para evitar ser golpeado.

¡Fantasmas!

Habían gritado momentos antes cuando vieron al ectoplásmico de mayor tamaño que llevaba arma medieval. Todos aquellos personajes góticos echaron a la huida, aunque algunos que otros quería quedarse por ver en persona y de tan cerca un fantasma, pero entre todos se encargaron de llevarlos hacia fuera del establecimiento.

Todos salieron menos Sam. Había pasado que uno de los escombros del techo del lugar de cuando el joven del escenario fue arrojado le había pegado a ella en la cabeza, dejándola un tanto desorientada, mareada e incapaz de ponerse rápido de pie. Se sostenía de la mesa tratando de respirar y mirando a lo lejos las figuras borrosas de esos seres ectoplásmicos que peleaban entre sí antes de desmayarse.

El joven en el escenario seguía tratando evitar los golpes del fantasma más grande, de vez en cuando él mismo producía ataques pero estos los esquivaba el otro y llegaban rebotando en las paredes causando que más escombro cayera del mismo agujero del techo. Al menos ya toda la gente había salido y no tenía que preocuparse por utilizar de más sus poderes y terminar derrumbando el lugar.

Y luego se dió cuenta de la presencia de Sam. Maldición, y estaba herida, tenía sangre recorriendo por un costado de su frente y se notaba no tan bien. Debía sacarla cuanto antes de ahí, el problema era el ente ectoplásmico que, por andar preocupándose por la chica no logró esquivar muy bien uno de sus ataques y lo golpeó en el brazo, lo cual provocó que le sangrara un poco.

Mierda. Pero así de cerca era más fácil darle un buen golpe para apartarlo un segundo y poder ir con la chica. Le dió un golpe con sus poderes con ambas manos y el fantasma del arma se apartó en dolor. Esa era la oportunidad de Danny, se volvió intangible y voló hacia donde la chica gótica se encontraba. Volviéndose tangible la cargó en sus brazos y la llevó a salvo fuera del edificio.

LO SIENTO, PREGUNTA ESTÁNDAR [Danny X Sam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora