LO SIENTO, PREGUNTA ESTÁNDAR [Danny X Sam]

[ Capitulo 2 ]

Capítulo 2

M

amá había entrado a su habitación como todas las mañanas, abriendo las oscuras y pesadas cortinas de la habitación de su amada hija y bailaba alegremente a lo largo de toda la habitación como lo haría una princesa propia de cuentos de hadas. Papá entró después canturreando los buenos días y llevando en sus manos un par de listones para el cabello con colores demasiado alegres. Sam se tapó con todas sus fuerzas la almohada sobre su cabeza y fingió estar dormida e ignorar a sus padres.

Hacían eso cada mañana, como si no tuvieran nada más importante que hacer mas que molestar a su única hija.

"¡Cariño se te hace tarde para decirle buenos días a la vida!" Musitó la madre quitándole la sábana de encima a su hija.

"Y la vida dice: ¡Hoy es un buen día para llevar listones de colores!" Le siguió su padre alzando en sus manos los listones.

Sam se hartó, se quitó de encima por fin la almohada y les gritó.

"¡¿Podrían salir de mi habitación, criaturas de día?! Vivo de la noche y no me pondré esos horribles listones coloridos." La chica negó con la cabeza haciendo mover su cabello con ligereza, y al hacer esto se pudo ver claramente el vendaje que tenía por debajo del flequillo.

Sus padres soltaron una exclamación.

"Sam, ¿Cuándo te lastimarte, mi niña?" Mencionó preocupada la madre y quiso acercarse más cerca para ver la herida vendada mejor.

"¿Qué? No es nada mamá, me… me golpeé con la puerta ayer que fui con mi grupo a recitar poemas…" Sam cambió su tono a uno realmente nervioso, si de por sí decirle a sus padres que salía con especímenes góticos salía con las típicas platicas de 'no me gustan para nada tus amiguitos góticos, deberían ser todos ustedes seres de luz y blah blah blah…' no quería imaginar si les decía que la había atacado un fantasma. ¿Qué dirían al respecto? 'Sam, tienes prohibido acercarte a esos especímenes góticos, son peligrosos para ti.'

Si es que creían primero en que los fantasmas existían.

"¿En serio? Parece ser una herida un poco más profunda para ser un pequeño golpe con la puerta Sam, no nos mientas." Resaltó su padre.

"¡De seguro esto es obra de tus amiguitos esos góticos! ¿No es así, Sam? Esos 'tipos' son todos unos agresivos, de seguro eso pasó que te involucraron." Y ahí estaba lo que Sam temía.

"¿Qué? No mamá, no fueron ellos, mis amigos son personas tranquilas y razonables y no me harían algo así." Defendió. Pero sus padres no entendían de razones.

"Entonces si no fueron ellos, ¿Quienes te hirieron, Sam, o me vas a decir que acaso fueron fantasmas? Esas cosas no existen cariño." Ella soltó una risa más sarcástica que nada.

Sam contuvo gritarles más cosas, de seguir así de seguro la castigarían con ponerse un vestido de flores o pintarse el cabello de vuelta a rubio por al menos un par de días. Sam detestaba el rubio,de alguna manera le causaba escozor por todo el cabello fuera o no tintado.

"Un compañero de clase no se fijó y me azotó la puerta de su casillero en la ceja, es todo mamá." Suplicó que cayeran en esa mentira mientras trataba de escurrirse a su armario para tomar ropita limpia para la escuela.