¡No soy un Omega!

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Rubén se encontraba mirando su propio reflejo en el espejo con una gran sonrisa y los ojos cristalinos. Podía divisar fácilmente unas sobresalientes orejas de Oso entre su desordenado cabello...

Creía que jamás sucedería, casi nueve años esperando por esto, ¡y por fin había ocurrido!, y lo mejor es que siempre tuvo razón, definitivamente era un Oso Alfa, y no un Omega como siempre le decían sus amigos.

¿Alguna vez hubo un Oso que fuera un Omega?, definitivamente no. En el hipotético caso de que no fuera un Alfa, sería un Beta. Pero él no podría estar más seguro de que era un Alfa hecho y derecho, Alexby, Mangel y Juan tendrían que pagarle cinco KarmaCoins de oro.

Una explosión fuera de su casa lo saca de sus pensamientos, con sus venas del cuello saltando salió de allí para encontrarse con Fargan, un Búho Alfa, y Willy, un Lobo blanco Beta.

— ¡¿Pero que hacen imbéciles?! ¡Y luego se victimizan cuando les hago algo! — gritó el Oso molesto para luego lanzarle su espada al Lobo blanco, quién dejó de reír al sentir cómo la empuñadora de la espada chocaba contra su cabeza.

El lobo Beta lo miró con molestia apenas contenida, al menos hasta que vio las orejas de Rubius. Su expresión se transformó en una de sorpresa, luego confusión, luego incredulidad.

— Pero... ¿¡Qué es eso!? —  se atragantó, señalando las orejas de Rubius. Éste le sonrió divertido, moviendo las orejas hacia el lobo. 

— ¿Qué, Willy? ¿Nunca has visto un Oso Alfa antes?

El Lobo Beta no dijo nada, absolutamente petrificado, el Búho avanzó rápidamente hacia el Oso para luego tirar bruscamente de sus orejas.

— ¡Ay, Fargan, que duele, idiota! — gritó al tiempo que se alejaba del contrario para luego recoger del suelo su espada y avanzar hacia el Búho dispuesto a matarlo a espadazos. El Búho se alejó rápidamente para luego ocultarse detrás del Beta, quién por fin había salido de su trance.

— ¡No es una broma, Willy! ¡Estamos presentando la primera mutación de un Oso Omega! — dijo Fargan completamente impresionado. El Oso frunció el ceño ante sus palabras.

— ¿Que dices? ¿Bobo o qué?. Nunca hubo un Oso Omega, ¡Soy un Alfa! — respondió el Oso.

— Sigue repitiéndote esas palabras hasta que te lo creas — dijo el Beta en un tono burlón.

— Haber Rubius, Willy y yo podemos parecer un poco imbéciles, pero no hasta ese punto. Tus feromonas son demasiado débiles para ser un Alfa. ¡Felicidades, eres la primera mutación de Oso Omega!

— ¡Que no soy un Omega!

Todos en su mundo tenían rasgos animales secundarios, ya fueran orejas, colas, escamas o incluso alas alineadas con un tipo particular de animal. Sin embargo, estos rasgos nunca aparecieron hasta que uno se convirtió en adulto, y con su aparición vino su género secundario. En general, se aceptaba que todas las especies de presas eran Betas u Omegas y que todos los depredadores eran Alfas o Betas. Los Osos, por ejemplo, siempre fueron Alfas o Betas y nunca se escuchó acerca de alguna mutación de algún Oso Omega...

— Déjalo Fargan, haber hasta cuando le dura lo de "Soy un Alfa"...

— Probablemente hasta que llegue su primer celo...

¡No Soy Un Omega! || RubegettaOS (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora