Vaya noche || TodoBaku [ONE-SHOT]

Vaya noche.

Era una noche algo fría en la ciudad donde se alojaba el hijo menor de los Todoroki, Shōto, el cual casualmente estaba sin nada que hacer un lunes; es el día más odiado por muchos, pero no para él -al menos no esa vez-, pues era su día libre. Y de paso, también un día en donde su amiga lo visitaba luego de casi 2 años sin verse.

Ambos estaban riendo luego de unos comentarios chistosos que se habían dicho el uno al otro, de paso tocando el tema de la orientación sexual de Shōto.

Sus carcajadas fueron interrumpidas por una llamada, la cual fue contestada inmediatamente por parte del bicolor.

- ¿Aló? - Saludó el de cabello disparejo con cierto brillo en sus ojos completamente neutrales.

- ¿Ah? ¿Mitad-Mitad? - Preguntó una voz rasposa con tono enojado del otro lado de la línea -. Agh, habré marcado por accidente. Si dices una palabra de que te llamé, te voy a matar, maldito bastardo, ¿Me oíste? - Amenazó la persona detrás de la línea -. En fin, voy a colgar.

- ¡Espera, Bakugō! - Detuvo al rubio, quien ya tenía su dedo encima del botón rojo, preparado para cortar la llamada.

- Más te vale que sea importante lo que sea que quieres decirme.

- ¿Te gustaría venir a cenar a mi casa? - Bueno, era ahora o nunca. Shōto no sabía cuándo se le iba a presentar una oportunidad como esa de nuevo, así que tenía que aprovechar; es decir, no todos los días tu crush te llama por accidente, ¿Verdad?

- ¿Qué? ¿Ahora? - Interrogó el rubio, recibiendo una respuesta afirmativa por parte del bicolor -. ¡En tus sueños! ¡Son las 7 de la noche! Es tarde como para invitarme a cenar, ¿No?

- Claro que no es tarde. Vamos, solo será una hora como máximo -. Shōto no se rendiría tan fácil.

- Escúchame, hijo de- Cualquier palabra que iba a decir el rubio fue interrumpida por otra voz.

- ¡Todobro! - Era el mejor amigo del cenizo -. Tranquilo, no te rechazó ni tampoco planeaba hacerlo, sólo te habló en el idioma Bakugō -. Rio el pelirrojo - Te traduzco: significa que le encantaría una cita contigo.

Los ojos heterocromáticos de Shōto se iluminaron casi al instante luego de escuchar las palabras de Kirishima -. ¿En serio?

- ¡Sí, en serio! Escúchalo por ti mismo... - Hubo un silencio unos segundos, hasta que se escuchó la voz enojona del rubio nuevamente.

- Agh, obvio que quiero una cita con el Mitad-Mitad, pero me conoces, Pelos de mierda. No lo dejaré tenerme así de fácil -. Todos sabemos que Kirishima va a terminar jodido en este punto, ¿Verdad?

- ¡Te dije! En fin, vamos en 5 minutos, después de todo, tu casa queda cerca, ¡Adiós! - Se despidió el pelirrojo con gritos de fondo, indicando que posiblemente el bicolor sería la última persona que lo vería con vida.

Se escuchó un beep, haciéndole entender a Shōto que la llamada se había acabado... Y quizás también la vida de Kirishima.

Estuvo unos segundos procesando lo que acababa de pasar, y al hacerlo, se acercó a su amiga con brusquedad y empezó a sacudirla de los hombros.

- ¡Rozu! ¡Lo hice! ¡Logré invitarlo a cenar! - La expresión de felicidad de Shōto era una de las cosas más hermosas que había visto Momo en su vida, considerando que la mayoría del tiempo está con una cara neutral.

- ¡Me alegro por ti! Y, ¿Podría saber quién es el afortunado? - Dijo con una sonrisa la azabache, soltándose del agarre del bicolor.

- Te contaré después, lo invité a cenar aquí -, Respondió con orgullo -. Llegará en 5 minutos, más te vale no ponerlo incómodo, conociéndote... - Miró a su amiga, la cuál le respondió con una sonrisa burlona.