Oneshots slashers x Fem!reader

Michael Myers (L)

Primera parte 

Vaciaba el oxígeno de mis pulmones a modo de suspiro mientras miraba por la ventana de mi habitación, era Halloween ¿Por qué se suponía que no podíamos salir a por caramelos? ¡Todo el mundo lo hacía!...Bueno, eso antes, cuando no tenían miedo. Se supone que un asesino rondaba Hanndofield desde hace ya años..Pues vaya mierda, llevaba esperando meses la oportunidad de mostrar mi disfraz de payasa (Aunque ya lo llevara todos los dias) pero ahora me tenía que quedar en casa gracias al miedo de mi madre..seguro que lo del asesino era mentira ¿Quién iba a ir a Hanndofield, un pueblo en la mitad de la nada a matar? 

Después de un rato volví a suspirar y me levanté de mi cama cansada de no hacer nada, Ah! no lo he dicho, pero la escuela también se cerró por lo anterior comentado...pensándolo mejor...ese "asesino" me había mejorado el día.

T/N- ¡Gracias! -Dije a lo alto, agradeciendo a un mito..-

T/M- ¿T/N, has dicho algo? -Comentó mi madre asomándose por la puerta de mi habitación-

T/N- Uh! -Me sonrojé por la verguenza de haber sido escuchada hablando sola- N-no! No he dicho nada mamá -dije rápido y nerviosa-

T/M- Mhm...Bueno, solo venía por aquí para avisarte de que nos vamos a comprar, ¿Quieres venir?

T/N- -Mi cara volvió a su color normal después de mencionar eso, lo sucedido con Halloween me había quitado las ganas de hacer nada, por supuesto que cuando comentó que se iban, se iban todos, mi hermano, mi padre y ella...me lo pensé por un momento y solté- No, no me apetece...pero pasarlo bien..supongo. -Volví a suspirar recordando que no podía celebrar Halloween-

T/M- Tampoco te deprimas T/N...venga alegra esa cara. ¡Te compraremos algo!-Dijo sonriendo-

T/N- No hace falta mamá -Dije mientras besaba su mejilla-

T/M- Está bien -se fue por la puerta bajando por las escaleras, encontrándose con mi hermano y padre abajo- ¡T/N! ¡No abras a extraños!

T/N- Sí mamá...No soy una niña pequeña -susurré lo último-

T/M- ¡Te quiero! -Y con eso oí la puerta cerrarse-

T/N- Vale, T/N ahora tienes tu momento de relajarte..*comenté en alto al estar sola, me acerqué a mi cama y me dejé caer, pasaron unos minutos cuando una idea pasó por mi mente, cuanto tiempo hacía desde..*

Me sonrrojé y me mordí el labio al pensar en eso, casi de inmediato noté en mis bragas una humedad conocida, me posicioné boca arriba y bajé mis pantalones y mis bragas, después la temperatura de mi habitación empezó a subir a medida que mi mano bajaba a mi zona íntima cuando mis llemas rozaron mi clítoris ahogué un gemido, al no estar acostumbrada a estar sola todavía, me volví a morder el labio inferior a masajear un poco mi clítoris, después de unos segundos baje un poco los dedos encontrándome con mi entrada, al haber pasado un tiempo desde las última vez que me toqué, decidí insertar solo uno, generando esa sensación de placer que tanto me gustaba

T/N- D-dios...*mis mejillas sonrrojadas empeoraron mientras movía el dedo en mi interior*

Pasaron unos segundos y sentí que iba a explotar de placer, por lo que seguí con el mismo tempo

T/N- Ah...Sí...Porfavor..*mi corazón acelerado se paró cuando a punto de correrme oí un ruido abajo de las escaleras* 

Mi mano paró en seco, provocandome un sentimiento de angustia al no poder acabar, por mi mente pasó la idea de que mis padre había vuelto, pero esta idea se esfumó cuando escuche un cristal romperse, rápidamente limpié mis dedos con papel y me puse lo único que encontre, mis bragas, mis pantalones habían desaparecido y no tenía tiempo de buscarlos, no cuando había un intruso en la casa. Empecé a bajar las escaleras con un jarrón que me había encontrado de camino, mis pies sonaban por el viejo suelo de madera y me respiración parecía la única en este lugar. El ruido venía de la cocina, respiré hondo y me asomé. Nada, no había nada, ni nadie. Dí un paso hacía atrás chocándome con algo, más bien alguien. Mi voz se atoró en mi garganta y sin ganas de morir ese día le tiré el jarrón que llevaba en la mano, el sujeto gruñó y al darme la vuelta ví a alguien sacado de una película de terror, llevaba un mono azul de mecánico y poseía un máscara planca con pelo sintético, sus ojos no reflejaban otra cosa que no fuera odio e ira, sin pensármelo corrí hacía las escaleras, antes de llegar noté un jalón de pelo que me tiro al suelo, el de la máscara se puso arriba mío en una posición que me resultaría vergonzosa en otro momento, pero ahora mi vida estaba en peligro, apoyé mis manos en sus pectorales intentado safarme de su agarre de acero, pero ni siquiera se movía, su mano se movió hacía arriba y noté el prominente cuchillo que traía encima, me puse más nerviosa y lágrimas recorrían mi rostro, aunque paró su mano a unos céntimetros de mi cara al escuchar un gemido que mi cuerpo había provocado al estar en esa situación, su miembro tocaba mi entrada, y aunque ambos estuvieramos vestidos, las acciones que no pude terminar antes provocaron esa reacción.