𝙿𝚛𝚎𝚜𝚝𝚊𝚍𝚘

𝙴𝚜𝚙𝚎𝚌𝚒𝚊𝚕

«-¿Sabes? Pensé que cuando dijiste "¡La pasaremos genial en San Valentín!" iba a hacer algo súper romántico, no ver un maratón de Harry Potter.»Giselle no estaba enojada con su novia ni estaba aburrida -es más, le encantaba dicha saga-, pero tras la frase que días atrás Ningning le había dicho tenía grandes expectativas.

Yizhou se separó del abrazo, mirando con ojos asustados a la mayor. «-¡¿No te está gustando la película?! ¡Si hasta es tu favorita!» Un pequeño puchero se formó en sus labios.

Uchinaga volvió a abrazar a la rubia, besando tiernamente su frente. "Es como una linda frutilla". «-No es eso, amor... pensé que íbamos hacer algo más romántico.»

«-¿Queres que hagamos algo romántico?»>

«-Me da lo mismo, estoy feliz con simplemente pasarlo juntos.» La pelirroja repartió varios besos en la cara de la china y se volvió a acomodar para seguir viendo la película. Ningning había notado un poco de decepción en su tono de voz, pero no dijo nada al respecto.

Las nueve de la noche marcaban y, únicamente después de cinco películas seguidas y una siestita por parte del más alto, ambos decidieron tomar un descanso del maratón e ir a buscar algo para comer. La china, luego de un berrinche, convenció a Giselle para que lo llevara como koala hasta la cocina.

«-Ning, amor no te muevas tanto que no puedo ver.» La cara de la nombrada apareció en su campo de visión sonriendo. A diferencia de otras veces, la chica estaba más imperativa y melosa que nunca.

Cuando llegaron a la sala, Uchinaga casi deja caer a la menor por la sorpresa que se llevó. El comedor estaba todo decorado para la ocasión; velas rojas alumbraban una pequeña mesa, varios colgantes de papel en forma de corazón caían del techo

«-¡Sorpresa!» Ningning gritó, perdiendo un poco el equilibrio al levantar los brazos muy rápido.

«-¿En... en que momento hiciste esto?» Giselle seguía atónita.

«-Puede ser que mientras dormías Somi y Chaeryeong hayan venido y decorado todo.» La suave risa de la menor junto al tono vergonzoso que usó le dio un aura tan tierna que no podía evitar derretirse de amor. « Dijiste que querías algo romántico, así que las soborné un poco.»

La pelirroja onrió y acercó a su novia,
juntando sus labios en un lento beso sabor chocolate por los dulces que comieron durante el maratón.

Ambos prepararon la cena y comieron en compañía de la siguiente película de Harry Potter. Risas, besos y muchas quejas sobre quien va a limpiar todo el desastre de los pétalos, hasta que Giselle, después de decirle a Ningning que espere un minuto, desapareció de la sala, volviendo con un regalo envuelto en las manos. Dos pequeños gatitos de peluche encontró la rubia al abrirlo. Lo que más le gustaba era el hecho que, al igual que ellas, tenían ropa a juego.

Y únicamente después de una nuez a sesión de besos, se fueron a dormir tocando la madrugada, abrazados y llenos de amor.

✩ 12/08/2022 - 11:07