Pov edith Cooper:
No tenía mucho que me había mudando, por mucho dos semanas, caminaba de regreso a casa después de pasear a mi perrita Kala, era gran de tamaño pero mentalmente era una cachorrita. Kala era un pastor alemán, ella caminaba felizmente a casa.
Su cola se movía de un lado a otro demostrado lo feliz que estaba. Seguro que mi perro se parecía mucho a mí, mi padre decía que las mascotas eran muy parecidas a sus dueños, y creo que era verdad.
Al llegar a casa deje a Kala en el patio y busque dentro de mi bolsillo la llave de la casa, la encontré y la saqué para abrir la puerta, entre y cerré la puerta a mis espaldas con el pie, mire a mi alrededor buscando con la mirada a mi madre, la cual estaba en la cocina con papá preparando el desayuno.
Camine hacia ellos y los abrace por detrás, ellos me miraron a lo que yo sonreí.
—¡Ya volví! —Chille emocionada—. ¿Qué ahí de desayunar?.
—Sopa —Respondió papá.
—¡No!, Sopa no, odio la sopa— Hize una cara de asco.
—Pues haste un cereal con leche —Dijo mi hermana entrando a la cocina.
Y hay está mi hermana, la chica perfecta.
Agh la odio.
Siempre tan perfecta.
—Bien —Respondí de mala gana.
Busque un plato y lo puse sobre la mesa para ir a buscar la leche y el cereal, me hize mi cereal con leche.
Me senté a disfrutar mi desayuno mientras mis padres y mi hermana hablaban.
El desayuno estuvo bien, pero digamos que la presencia de mi hermana no era la mejor.
Nunca me había llevado bien con ella, siempre habíamos tenido una especie de rivalidad, ella se creía la mejor en todo— y lo era— pero yo, yo era alguien x, un cero a la izquierda, no tenía nada de especial y mi hermana me lo había dejado bien en claro eso.
Cómo sea, ella siempre me ganaba en todo, o en casi todo por qué había algo que yo hacía mejor que ella, había solo una cosa en la que era mejor, en la fotografía, mi hermana no es muy buena que digamos con las fotos, pero yo sí, mi mamá decía que era una prodigio para la fotografía, pero yo lo digo que soy buena. Y en la fotografía es en lo único que le puedo ganar a mi hermana.
Camino hacia la entrada de la casa, quería ver un poco más el lugar, en especial el vecindario dónde vivía. No era un vecindario de clase alta pero tampoco de clase baja, había casas grandes y muy bonitas. En lo personal me gusta mucho el lugar.
Camine fuera de casa y recorrí todo el vecindario, no había nada fuera de lo común, solo casas.
Me puse los audífonos y seguí caminado. Creo que caminar con los audífonos puestos no es muy listo de mi parte ya que siempre que me pongo los audífonos me desconecto de este mundo, creo que el desconectarme de este mundo llevo a qué me chocará con algo o más bien se sentía como alguien. Levanté la mirada ya que note que era alguien alto, al levantar la mirada me tope con unos ojos negros mirándome.
Me aleje un poco.
—Lo siento mucho —Me disculpe —. No te ví.
Su mirada se desconfianza se desvaneció rápidamente y cambio a una de curiosidad, me miró de arriba a abajo con curiosidad, como si estuviera interesado descubrir algo.
—¿Eres nueva aquí? Nunca te ví en el vecindario.
—Me mudé hace unos días, soy Edith Cooper, un gusto.
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Un secreto revelado
Novela JuvenilPov edith Cooper: Una nueva ciudad, una nueva etapa, una nueva vida, un nuevo amor. Ya hace dos semanas que me mudé a un pueblo en California, faltaba una semana para el inicio de las clases. El segundo año de preparatoria, digamos que en el primero...