Soñando con esposas

Capitulo 1

-¿Sabíais que para poder tener una casa hay que trabajar? Esas cosas debería ponerlas el estado.- Malía, la graciosa del grupo.
-Eso si no encuentras a un sugar daddy millonario, que será a lo que dedique mi tiempo este verano.
-Lara, ¿vas a pasarte el verano en webs para volverte rica de repente? ¿Y si... te buscas un trabajo?- Automáticamente se giraron a mirarme como si hubiera cometido un delito.
-Mira Cam, no digo que repartir bebidas a unos babosos o dar clases a niños y esas cosas estén mal, de hecho me alegro de que seas madura y responsable, pero no esperes que lo seamos nosotras, bueno, yo al menos, Malía aún no sabe que hará con su vida. Pero tranquila, te iremos a visitar y esas cosas.
-No voy a una cárcel, dramática.
-¿He oído fiesta?- Salta Malía de la nada
-Nadie ha dicho eso.
-¿Y porque no? Tal vez encuentre a mi sugar sin tener que buscarlo en webs.
-¡Que eso no está bien!
-A las 12 en punto en la discoteca de la calle De Lara.
-Ay dios... nos falta ponernos camisetas a juego con un nombre absurdo.
-No me tientes porque tengo el nombre perfecto.
-Ya le va a cambiar el nombre al grupo de WhatsApp...
- ¡PANDAS SEDIENTOS!
-Por la cara.
-Pues a mi me gusta. -Dice Lara que siempre le ríe las gracias.
-Mira haz lo que quieras, esta noche nos vemos.

Voy a casa pensando en que voy a ponerme esta noche, deduzco que me pondré el vestido azul que tengo lleno de polvo porque nunca me lo pongo, será porque lo de salir de fiesta no es lo mío, pero siempre acabo liada en alguna locura de Lara y Malía. No puedo negarme y poner una excusa para no salir, al fin y al cabo es para celebrar que hemos acabado el tercer año de veterinaria y no ha sido precisamente fácil para mi.
Llego a casa y me miro al espejo, creo que me alisaré el pelo para salir, no me gusta mi pelo ondulado pero tampoco soportaría tener unos rizos muy marcados, y personalmente considero que con el pelo castaño el pelo liso queda súper bien. No soy la típica con un cuerpo súper bonito, tengo unas caderas no demasiado anchas y la cintura fina, siempre me cabreo cuando voy a comprar pantalones porque es imposible encontrar una talla que me venga del todo bien. Preparo el vestido y unos tacones bajos y enciendo el grifo de la bañera para darme un baño y después comer y ver series hasta que llegue la hora de prepararme.

*Malía cambió el asunto de "Perras lerdas" a "Pandas sedientos"

-Dios... por lo menos es mejor que el otro nombre, pobres pandas.