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No podía pensar claramente por los besos que recibía de parte de Gwi Nam. Él solo seguía atacando sus labios y cuello y brindando caricias que la ponían cada vez peor.
El baño en sí, estaba lleno de jadeos por parte de ambos.
Hyejoon era un desastre y lo fue más cuando Nam la acercó más a él, haciendo que sintiera su muy notable problema, rozando ambas partes que los hizo gemir.
—¿Lo sientes, Hyejoon? Tú eres la culpable de esto. —murmuró, con una sonrisa ladina.
Volvió a acercarla, esta vez logrando que ella se moviera sobre él para poder crear más fricción que los estaba volviendo locos. Mientras Hyejoon hacía eso, Gwi Nam le quitó la camisa que llevaba y disfrutó tanto de verla con sostén, el cuál, no duraría mucho tiempo cubriéndola.
Besó sin pena sus pechos y una de sus manos fueron a su espalda para desabrochar el sostén, acarició estos finalmente sin la tela que los cubría. Besó, lamió, incluso mordió levemente y todo eso solo ocasionaba escuchar aún más fuertes los gemidos que emitía Hyejoon.
Pero ya había sido suficiente de juegos previos, ya no iba a aguantar más tiempo el no joder a Hyejoon.
La levantó y ella supo para que se trataba aquello, así que no dijo nada cuando las manos de Gwi Nam se adentraron en su falda y bajaron sus bragas. Volvió a colocarse encima de él, cuando este había bajado ya sus pantalones.
—No dices nada cuando te estoy jodiendo Joonie —mencionó con un poco de diversión, llamándola con un apodo cariñoso que en ese momento solo sonaba tan burlesco.
—¿Qué quieres que te diga? —dijo tras un suspiro pesado al sentir los dedos de Gwi Nam meterse dentro de ella.
—Mm, no lo sé, ¿podrías rogar para que te folle de una vez? —su pulgar acarició el clítoris de la chica, haciéndola casi gritar por el placer.
Hyejoon odiaría tal vez el sonar tan sumisa y el rogar para que en ese momento, aquel bully la embistiera pero nadie piensa claramente cuando alguien está enterrando sus dedos en su interior y besándole con mucho deseo.
—H-Hazlo, Gwi Nam. —suspiró.
—¿Hacer qué? Dilo claro, no me gusta cuando no eres específica Hyejoon —una de sus manos fue hacia su cabello, tomándolo con fuerza y dejando más a la vista su hermoso cuello.
Soltó un gemido con un poco de dolor al sentir la fuerza que ejercía la mano de Nam sobre su cabello, pero lejos de molestarse, se sintió aún más excitada que antes.
Gwi Nam la arruinaba.
—Por favor, quiero que me folles y cierres la boca, Yoon. —siseó.