-Epilogo-

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El silencio era la mejor compañía después de cada uno de sus encuentros, no porque no hubiera nada que decir, al contrario, pero todo había sido dicho con cada beso, cada gemido incontenible cada caricia... hacer el amor era hablar sin decir una sola palabra, y ahí estaban, cobijadas bajo las mantas, a medio vestir y con sus corazones volviendo lentamente a su ritmo normal. Sus miradas perdidas en algún punto de la oscura habitación, con las piernas entrelazadas y sus cuerpos unidos en un dulce abrazo.

¨ Te he dicho ya cuanto me gusta el día de navidad¨

Lauren se limitó a sonreír, lo había dicho, de hecho había perdido la cuenta de las veces que su chica se lo había repetido, quien se lo iba a decir recordando la primera navidad que pasaron juntas. Esta era su tercera navidad, y su segundo aniversario, por eso mismo le encantaba a Camila, cada navidad juntas era un año más en familia.

¨ ¿Crees que Mac se habrá dormido ya?¨

¨ Espero que si, no me gustaría tener que hablar en el desayuno de porque su madre gritaba durante la noche¨

Camila golpeó su brazo sin fuerza provocando una pequeña risa.

¨Idiota¨ Suspiró ¨ Lo digo para poner los regalos de Santa¨

¨ ¿Qué hora es? ¨

La morena miró por encima de su hombro el pequeño reloj despertador de Lauren.

¨Las 3h45 am ¨

¨Entonces supongo que si ¨

¨ ¿Vienes conmigo?¨

¨Solo si me das un beso¨

Camila sonrió y se acercó despacio a sus labios para dejar un tierno y cálido beso.

¨ ¿Suficiente?¨

¨Nunca es suficiente pero vamos¨

Caminaron sigilosamente por el pasillo para no despertar a la pequeña, pero al llegar a la escalera ambas se sorprendieron al verla agazapada en uno de los escalones mas altos y completamente absorta en algo que ninguna alcanzaba a ver.

¨ ¿Qué haces aquí, señorita? Deberías estar durmiendo¨

Camila reprendió a la niña con una sonrisa mal disimula y las manos en las caderas.

¨Shhh¨ La mandó callar ¨ Nos va a escuchar¨

¨ ¿Quién nos va a esc-

¨ ¡Mamà! Santa nos va a descubrir si no te callas¨

Camila guardó silencio y con mucho cuidado bajo hasta el escalón en el que se escondía su hija para averiguar de que estaba hablando. El miedo podía verse en sus ojos al comprobar que, efectivamente, alguien vestido como Santa Claus estaba en su salón tomándose la leche y las galletas que habían dejado previamente junto a la chimenea.

¨Lauren, llama a la pol- ¿Tienes algo que ver con esto?¨ Preguntó sin que Mac la escuchara.

La oji verde no se había molestado en mirar lo que estaba ocurriendo, solo sonreía sin dejar de mirar a ambas chicas, sus chicas. Se encogió de hombros e hizo un gesto a la morena para que la siguiera, y así alejarse un poco de Mac.

¨ Es Nicholas. Le prometí el próximo fin de semana libre si lo hacia ¨

¨ ¿Por qué?¨

¨ Tim le dijo a Mac, en el colegio, que Santa no existe y volvió a casa llorando, pensé que si lo veía con sus propios oj-

Sus labios unidos en un casto y tierno beso, alejaron toda explicación acerca de porque un hombre vestido de Santa Claus estaba en el piso inferior de su casa, comiéndose las galletas que ella misma, y con la ayuda de su hija, habían preparado esa tarde, y dejando numerosos regalos bajo el gran árbol navideño.

La pequeña risita de Mac, les recordó a ambas que se encontraban en medio del pasillo, y no estaban solas.

¨ Santa ya se ha ido, ¿Puedo bajar? ¨ Lauren miró a Camila y después asintió feliz por lo emocionada que la niña parecía.

¨ Sabes que no se va a volver a dormir después de esto ¿no? ¨

¨ ¿Y que? Solo faltan unas horas para qué amanezca y entonces, tu padre estará aquí con cientos de regalos, cuanto antes empiece mejor¨

¨ ¡Mamà, corre! ¡Hay un regalo para ti! ¨

La morena frunció el ceño mirando a su novia, habían acordado que nada de regalos de Santa Claus ese año, uno por su aniversario era suficiente.

¨ Lo vi y no pude resistirme ¨ Reconoció culpable pero no arrepentida.

¨ ¡Lauren, para ti también! ¨ Gritó apremiándolas a llegar al salón.

¨ Supongo que las dos tenemos problemas de autocontrol¨

¨ ¿Cómo...

¨Lo deje antes de irnos a la cama¨

La sacó de dudas antes de darle un corto beso y tirar de ella hacia los regalos, donde Mac ya había abierto un par de paquetes y estaba empezando con el tercero de los cinco que había con su nombre, sin dejar de sonreír en ningún momento, haciendo que ambas mujeres adultas tuvieran idénticas sonrisas en sus labios. Daba igual lo que hubiera en sus respectivos regalos, su mayor regalo era la pequeña familia que habían construido juntas los últimos años.


Esto es algo muy, muy corto pero que acompaña siempre en los días navideños, espero que quien lo lea al menos lo disfrute, como yo lo hice al leerlo. :)

¡Feliz Navidad!

Una navidad diferente (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora