Etrian odyssey 4 Untold: El Centinela Perdido

Deber sobre el destino

La nieve cae a montones desde las montañas mas altas de los Alpes Sagrados mientras los vientos se encargan de congelar a cualquiera que no esté preparado para soportar las temperaturas mortales de la región

Y en el medio de estas montañas nevadas
Se encontraba un pequeño lobo,
Aunque su cuerpo era mucho mas antropomorfo que el de un animal común; estaba parado erguido, con extreminades y cuepro humanoide, sin embargo seguía conservando las caracteristicas de un lobo, tenía pelaje color gris con un tinte azul, manos con pequeñas uñas afiladas similares a garras color rojo, asimismo también tenía una cabellera blanca como la nieve considerablemenre larga teniendo en cuenta que tenía la apariencía de un niño de no más de 5 años.

El niño lobo se encontraba al lado de una gran pared de nieve, al principio no parecía nada especial, hasta que se abalanzó a la pared de nieve y la intentó mover la nieve de su lugar con sus manos, sin ningún éxito debido al cuepo débil del lobo y la cantidad de nieve acumulada, más sin embargo el niño seguía intentando mover la nieve, ahí fue cuando lo que parecía oir un grito de alguien al otro lado de el muro de nieve
"*o**!"
"J**l!"
Lo que la voz intentaba decir era casi inentendible, pero lo suficientemente claro como para que el niño respondiera
"Mamá! Mamá estoy aquí!"
El grito fue tan fuerte que el chico tuvo que recuperar el aliento antes de volver a intentar mover la nieve de su lugar.

Después de varios minutos de intentar rasgar el muro de nieve, el chico se sentó en el suelo para recuperar energía
...

...

"RRROOOOAAAGHH!"

el silencio fue interrumpido por un rugido estruendoso proveniente del norte

Inmediatamente el chico se puso de pie y voletó al norte, cruzando miradas con un mounstro gigante con aspecto de cocodrilo y escamas doradas

En cuanto el mounstro de dió cuenta de la prescencia del chico, inmediatamente empezó a moverse en su dirección.

El lobo, aún aturdido por el estruendoso rugido, empezó a voltear esporadicamente hacia todos lado, como si estuviera esperando ver cualquier cosa que le pudiera ayudar a evitar que el mounstro lo caze, sin embargo terminó viendo fijamente al muro de nieve enfrente suyo contemplando el sí deberia irse corriendo o no, todo mientras el mounstro seguía acercandose.

No fue hasta que lo propia voz del otro lado del muro gritó en un tono desgarrador
"CORRE!"
la nieve bloqueó la mayor parte del sonido, pero el mensaje era más que claro; el chico, aún en shock y a punto de llorar, finalmente decidió correr por su vida con toda la energía que le quedaba, dejando el muro detrás.

Después de lo que parecieron horas, el chicó volteó a ver a su alrededor y no vió rastro del mounstro ni de algún muro de nieve, al parecer el lobo logró escapar, pero lejos de hacerlo sentir mejor, empezó a temblar de manera descrontrolada hasta el punto de que cayó rendido al suelo, su respieración volviendose más pesada por cada segundo.
Al parecer se había adentrado en una parte mucho más helada de los alpes sagrados sin darse cuenta, tan helado que hace falta más que una ligera capa de pelage de un niño para sobrevivir.

A los pocos segundos el lobo se encontraba tirado en el suelo, sin ninguna capazidad de movimiento, apenas pudiendo respirar

...
...

"Quiero morir..."
"Por favor... solo termina esto"
"Lo... siento.. mamá, solo... quiero dejar de sufrir..."
"No... quiero seguir vivo solo... para sentir dolor"
El chico se repetía así mismo una y otra vez usando el resto de su energía, ya no le importaba sí estaba acortando su tiempo de vida, simplemente no quería prolongar lo inevitable...

La respiración del niño se detuvo...

Su ojos empezaron a cerrarse...

Y a los pocos segundos...