-Entonces amigos míos... ¿Quién quiere ser el primero? - Pregunto con una sonrisa desafiándolos.
-No, amiga mía – me responde el chico con una sonrisa sarcástica. – Nosotros no pelearemos contigo, nosotros solo seremos espectadores.
Trato de no mostrar ninguna emoción, para no mostrar mi confusión. Entonces si no son ellos, ¿Quién lo hará? Y justo en ese momento, escucho pasos, busco con la mirada ese ruido y caminando en medio de los cuerpos de los soldados viene, un viejo... un viejo, con una tipo toga de color vino, sus pasos son confiados y transmiten como si tuviera todo el tiempo del mundo.
Arrogante.
-Hola abuelo – lo saludo con la reverencia. – ¿eres tu el que me detendrá?
No dice nada, solo me da un repaso de cuerpo completo, y justo cuando termina de hacer su revisión, levanta su mano derecha y entre sus dedos tiene una cosa roja, por la distancia no puedo ver que es.
-Duerme – me dice viéndome fijamente.
Y justo en ese momento, salen ramas y se adhieren a todo mi cuerpo y salen espinas que me hacen sangrar, intento quemarlas y no sucede nada, al contrario, salen más espinas y me cortan.
Gritos salen desde mi interior, es una tortura y hiere mi ego, ya que me miro, patética que unas estúpidas ramas me hagan daño.
-¡PARAAAAA! ¡HAZ QUE SE DETENGAAAA! O cuando me suelte te matare y será muy LENTOOOO.
En ese momento siento que me pesan los parpados y mi ritmo cardiaco se va a haciendo más lento.
Y justo en ese momento busco al viejo, no está ...
Maldita seeaaaa.
Caigo inconsciente.
...................
Este negro, intento moverme y no puedo, una de la razón es porque siento mis extremidades dormidas y otras adoloridas.
La otra es como estoy atada... mis manos y mis piernas a las barras de mental de la cama ... o camilla. Intento levantar mis parpados pero los cierros cuando veo luz.
Otra vez negro.
Intento hacerlo otra vez, así que no me sorprende la luz, que entra en la ventana, escaneo la habitación, un mueble con una mesa a la par, y nada mas pero en la esquina veo que esta ella, nuestras mirandas se encuentran y sonríe, obviamente es una sonrisa de burla.
-¿Te gusta el panorama?- le pregunto sonriendo.
-Claro, como no perderme esa cara tuya de sorpresa, que te tenemos y estas atrapada.
-Claro que no estoy atrapada- le digo con una sonrisa de lado. -¿Sabes que me tendrán que soltar, ¿verdad?
-Claro que no. Esta loca. - me dice recostada en la pared con los brazos cruzados.
-Abueloooo, porque no le dices a esta que me suelte y le hago un puchero. Y justo en ese momento ella dirige su mirada a la puerta y lo encuentra
-Lo haremos, pero primero tenemos que conversar un poco, sobre todo lo que paso ayer.
-¿Ayer? – pregunto con sorpresa .
-Si dormiste, casi un día completo. – Así que tienes muchas preguntas, como nosotros te parece, hacer un trato?
-Claro que no. - dice la chica del abanico, que ahora no lo lleva. – No es de fiar, es peligrosa y nos puede matar.
-Vaya me siento halaga. – le digo viéndola y le envió un beso imaginario. – Me da gusto que te des cuenta que soy letal.
Y ella, solo me dirige una mirada de odio y me saca el dedo del miedo
-Jodete.
-Auch eso dolió, le digo haciendo una mueca triste.
-Compórtense las dos. - nos dice viéndonos. - Confió en ella, además sabes que no cualquiera puede pasar, y si ello lo hizo, es porque ella lo quiso y conoce su corazón, como sus intenciones.
No entiendo a este viejo, pero me asombra su confianza en mí, puedo asesinarlo, bueno aprovechare esta oportunidad, para escapar.
Pero antes de irme, me vengare de la castaña, por burlarse de mi.
-Está bien abuelo, hablemos. Pero primero suéltame. Y hablamos sobre la vida, y yo te cuento sobre mis aventuras. – le digo divertida.
-Te soltare pero primeros hablaremos, no soy idiota para soltarte y dejar que nos mates o degollé, primero escucha, te preguntare y tu después me podrás preguntar.
-Le quitas lo divertido pero esta bien.
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La caja negra de Rose.
Teen FictionRose, fue criada para ser la mano derecha del Rey Supremo, por eso desde pequeña le inculcaron que fuera egoísta, egocéntrica, calculadora vengativa, y si, algo se le interponia, en su objetivo, dicho obstáculo tiene que ser eliminado, ella tiene...