Seré tu luz.(caché)

Something like this (algo como esto)

1 año después.

POV Poché.

-¿Lista para tu primer día?-preguntó mi novia.

Ella alistaba mi desayuno y lo empacaba en mi mochila mientras yo me terminaba de vestir. Me sentí por un momento un tiempo antes de accidente. Siempre me gustó que me empaque mi comida, a veces ella igual me dejaba lista mi ropa de cambio y ponía en mi mochila una muda de ropa deportiva más, se encarga de que siempre lleve desodorante y perfume, mis tenis no podían faltar y me deja lista mi mochila en el sillón de la sala.

Cuando termine de ponerme mi playera me observe en el espejo de nuestro living por un momento.

-Si pero me siento igual nerviosa.-admití.-Nadie sabe que hoy vuelvo.
-Estoy segura de que se pondrán felices cuando vean que tu dirigirás los entrenos nuevamente.-besó mi frente.

Después de que lograra tener un poco de fuerza en las piernas para dar unos pasos fue como si todo se sintiera más fácil. Aún que el proceso fue mejor de lo esperado, tuve que entender que no iba a poder hacer todo como antes. Ya me mantengo de pie por mucho más tiempo, aún que necesito volver a sentarme después de unos minutos. Mis pasos no son los más rápidos pero logro moverme un poco más con ayuda de un bastón.

Por más que quisiera, claramente no iba a poder levantar una barra con una exagerada cantidad de discos como lo hacía. Tener la movilidad de esa manera posiblemente no en un futuro cercano pasaría (o quizá nunca). Yo debía realizar ejercicios diferentes aún que un poco más complejo de los que solía hacer en terapia. Mis piernas volvieron a ser fuertes, pero no lo suficientes para llevarlas al límite que alguna vez las llevé.

-Debo admitir de que... la silla de ruedas me formó los mejores tríceps que alguna vez tuve.-dije engreídamente aún frente al espejo.

Levante un poco las mangas de mi playera y ponía fuerza para dejar ver mis tríceps.

-Humildemente.-bromeó Calle.

Tomé mi mochila y ella la suya, caminamos juntas hasta el auto. Cuando comencé a caminar más, lo que me hacía sentir mucho mejor era que caminar tomada de su mano. Y así tomadas de la mano entramos al gimnasio. La primera clase de la mañana estaba terminando y habían unos cuantos esperando la siguiente. Todos me miraron sorprendidos, unos me sonreían y no sabían si acercarse a mi.

-¡Poché!-se escuchó a lo lejos.

JuanPa venía corriendo desde el fondo del lugar, el antes de ir a clases entrena en las mañanas muy temprano. No dudó en abrazarme fuertemente. No se dio cuenta que iba a la mano de mi novia y tuve que soltarme.

-Hace mucho esperé verte por aquí.-no me soltaba.
-Más te vale que no estés descansado de más, niño.-advertí.

El me soltó y me sonrió, yo le guiñé el ojo y reí.

-Ve a tu barra, voy en un momento a corregirte.

El sonrió y fue corriendo nuevamente a donde entrenaba. Veo a mi papá salir de la oficina y me ofrece una sonrisa. Se acerca a mi para saludarnos y me da un beso en la cabeza.

-Bienvenida de nuevo.-dijo feliz.

Calle me apretó ligeramente la mano para llamar mi atención, ella me señaló con la mirada un espacio del gimnasio que yo no había notado. Al parecer mi papá decidió hacer unas modificaciones. Sonreí al darme cuenta y decidí inspeccionarlo más tarde.