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La bella noche iluminada por los rayos de luna era fría, pero él estaba cálido por sus mantas y Louis a su lado respirando calmo y lento.
Harry estaba incómodo, sin embargo.
Iba a llorar. Juraba que en cualquier momento lloraría. Llevaba mínimo una hora y media intentando dormir, pero no podía y en serio tenía muchísimo sueño.
Había tenido un día ajetreado, se estuvo moviendo por toda la casa haciendo una cosa u otra, todo esto a pesar de que Louis por la mañana, antes de ir al trabajo, le dijo que no era necesario que hiciera esfuerzo en limpiar la casa y que la señora que les ayudaba con el aseo iría al día siguiente. No obstante, Harry era necio y además le gustaba estar activo. También estuvo trabajando, trabajaba desde casa debido a su condición, y sinceramente a veces no estaba de humor para hacerlo, pero de todos modos seguir dando clases a sus niños era bueno para él, lo distraía.
Se quejó cuando otra vez, estando a punto de caer dormido, volvió la sensación; un golpe, movimiento. Ser un omega embarazado de seis meses era difícil. Amaba a su cachorro creciendo en su vientre, pero los movimientos bruscos dentro de él no eran su cosa favorita, menos cuando estaba cansado e intentaba dormir.
Iba a llorar.
Bueno, ya estaba llorando.
Dio vueltas en la cama, intentando acomodarse de una forma que fuera buena para él y también para su cachorrito, pero a éste último al parecer no le agradaba nada de lo que Harry intentaba, porque se movía mucho, tanto que Harry ya no sentía las mariposas que decía sentir antes; ahora sentía dragones girando dentro de sí. Su bebé también pateaba cuando conseguía una posición decente para estar. ¿Por qué no lo dejaba dormir? Era lindo sentir las pataditas y demás cuando era de día y tenía la calma y el gusto de estar mimando a su cachorro en su vientre, pero ahora sólo podía pensar en que quería dormir y no despertar hasta luego de doce horas, mínimo.
—Bebé, debes dejar dormir a mami, estoy cansado, fue un día pesado... —habló bajito, acariciando su vientre, sintiendo después de ello un golpe de parte de su cachorro, que todavía no sabía si era un niño o una niña, él y Louis decidieron no saber sino hasta que su bebé naciera. Iba a ser una sorpresa, y mientras pensaban en nombres tanto para niño como para niña, Harry y su alfa le llamaban "pollito" al bulto que crecía cada vez más en el vientre del primero. Una patada más. ¿Era una protesta? —Vamos, pollito, sólo déjame descansar un momento, después te daré toda la atención que quieras.
Varias lágrimas más se escaparon de sus ojos. Estaba cansado, muy cansado y ahora abrumado no sabía porqué, quizás era sólo el sueño y las hormonas en el embarazo. No se sentía de la mejor manera y de verdad quería dormir.
Volvió a moverse, quedando de espaldas a Louis. Y a pollito no le gustó otra vez, pues pateó fuerte dos veces. Harry gimoteó con disgusto, ¿qué podría hacer para tener contento a su cachorro y se quedara en paz también? Nada, al parecer. Así que volvió a girarse, quedando de cara a la espalda de Louis, que justo en ese momento se giró también, quedando ahora ambos frente a frente. Vio a Louis abrir sus cansados ojos y llenarse de preocupación cuando su vista se enfocó en él.
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hey little bird ¡! abo
Romance"[...] Harry estaba incómodo, sin embargo. Iba a llorar, juraba que en cualquier momento lloraría".