Unɑ misión un tɑnto 𝙞𝙣𝙘𝙤𝙢𝙤𝙙𝙖//SaneGen

Hola, Genya

— Patrón, ¿por qué él?

Sanemi intentó controlar su molestia, pero su ceño fruncido no ayudaba mucho. No le gustaba que contradijeran las decisiones de su superior, además tampoco estaba muy contento con la persona que tenía delante; Genya. Kagaya reaccionó extrañado y río levemente.

— Son hermanos, Genya. Estoy seguro de que trabajarán muy bien juntos, ¿verdad Sanemi? —

Dijo Kagaya girando levemente su cabeza con una sonrisa tierna, la cuál también era una amenaza; Sanemi asintió en respuesta, pero Genya aún seguía nervioso por él compañero al que se le asignó.
Ambos Shinazugawa partieron a regañadientes a su siguiente misión; a sus espaldas reía ligeramente Kagaya el cual acariciaba a su cuervo — Estos dos aún tienen mucho que recorrer, ¿no crees? —

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El ambiente estuvo silencioso durante unas horas, ya casi caía la noche y parecía que ninguno iba a romper él hielo, así que él universo lo hizo haciendo que una roca aparezca delante de Sanemi y lo hiciera tropezar de una forma repentina, asustando a Genya.

— ¡Aniki!, ¿te encuentras bien? — preguntó preocupado el menor quien intentó ayudar al pilar — ¡Estoy bien!... Estoy bien, fué solo una roca estúpida — Sanemi lo apartó y se enderezó — Ten cuidado por donde caminas —

Después de unos minutos caminando pudieron llegar a un pequeño hotel, lo cuál también era buena señal por que significaba que estaban cada vez mas cerca de llegar al lugar de su misión; entraron y los recibió una mujer anciana que amablemente les asignó un cuarto... Compartido. El lugar era especial para cazademonios y no era muy lujoso ni grande, a ninguno le gustó la idea pero no tuvieron de otra más que aceptar, no querían molestar a la mujer...

Sanemi y Genya se acomodaron, y pidieron algo de comer. En lo que se preparaba la comida Genya le avisó a su hermano que iría a las aguas termales y que si necesitaba algo allí estaría.

Genya llegó y se quitó su bata para luego meterse al agua «¿Por qué él? ¿Por qué con Sanemi...será que puedo tener otra oportunidad para disculparme?» eran las preguntas que invadían la cabeza de Genya, unos pocos minutos después recibió un leve susto de Sanemi, quien también se había metido a las aguas termales.

— ¡Sanemi!... ¿qué haces aquí? — preguntó Genya confundido — Se tardan mucho en hacer la comida y me aburrí... Y... ¿que estás haciendo, aparte de despegarte de tu cuerpo? —dijo con una sonrisa burlona, Genya se ruborizó ligeramente por la vergüenza. Sanemi notó su reacción y se acercó un poco más — ¿Que sucede?, ¿el demonio te comió la lengua? — dijo con tono juguetón, molestándolo; Genya se sentía un poco más caliente, tal vez por el agua, pero sus mejillas estaban rojas, ¿tal vez por la vergüenza?... Como sea, se sentía extraño, como su pecho entumecido — Estás... Muy cerca... — dijo Genya nervioso — ¿Lo estoy? —

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- Perdonen si fué algo flojo, tengo mucho sueño pero algo así va quedando. Va a mejorar, espero lo disfruten por ahora...