La Bestia. [Jenlisa G!p]

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Lisa pov. 

Mierda, ¿qué estoy haciendo? 

Cuando recojo del suelo la copia antigua de A través del espejo, siento que yo también he pasado a través de un espejo a una especie de mundo extraño y atrasado.

Jennie Kim se me está metiendo debajo de la piel.

Primero los tatuajes, luego colarse en mi habitación... Siento como si estuviera despegando mis capas una por una, ella está mirando en las grietas donde nadie debería ver.

Me he mantenido alejada de todo el mundo durante diez años. De mi familia en Tailandia, de mis propios hermanos en Ka-18, incluso de Kael. 

Me conocían, pero solo conocían la versión para adultos, en lo que me convertí después de la muerte de mi hermana.

No conocían a la chica antes.

Pensé que estaba muerta, pensé que murió al mismo tiempo que Kanya, vinimos al mundo juntas y pensé que lo habíamos dejado juntas. Todo lo que quedaba era esta cáscara, esta mujer que no sentía nada. 

Quién nunca podría resultar herida.

Y ahora Jennie me está investigando, desenterrando los restos de lo que pensé que nunca podría resucitar.

Me está haciendo sentir cosas que nunca pensé que volvería a sentir.

No quiero sentirlas. 

No quiero pensar en una chica joven y vulnerable, no quiero preocuparme por ella.

No quiero entrar a la cocina y ver a Khalan inclinado sobre ella y no quiero sentir un furioso pico de celos que me haga querer arrancar la cabeza de los hombros a mi propio hermano. Y luego, después de haberlo desterrado a la esquina opuesta de la casa, no quiero que mi cerebro se cuele con pensamientos sobre lo que él podría hacer si alguna vez tuviera a Jennie sola...

Estas son distracciones.

Debilitan mis planes y mi determinación.

Después de gritarle a Jennie, ella sale corriendo y se esconde en el jardín durante horas. Por supuesto, sé exactamente dónde está, puedo rastrear la ubicación de su monitor de tobillo a un par de pies.

Se pone oscuro y frío. 

Estamos a mitad de otoño, en el punto de la temporada donde algunos días parecen un verano interminable, solo que con más color en las hojas. Otros días son amargos, ventosos y lluviosos, con la promesa de lo peor por venir.

Me siento en mi oficina y miro mi teléfono, el pequeño alfiler que representa a Jennie Kim, acurrucada contra la pared del fondo. 

Pensé que volvería a entrar, pero o la aterroricé más de lo que sabía, o tiene más coraje de lo que hubiera imaginado.

Mis pensamientos dan vueltas y vueltas.

Estoy en la posición perfecta para volver a atacar. Saqué una gran parte del efectivo líquido de los Kim, tengo una alianza sólida con los rusos a través de Kolya Kristoff; de hecho, él me regaña a diario sobre nuestro próximo movimiento. 

Félix Park está atrapado en una celda, mientras que Jeong Kim quema todos los puentes que tiene en la oficina del fiscal del distrito para intentar sacarlo.

Mi próximo objetivo debería ser Jisoo Kim, la querida hermana mayor de Jennie.

Ella fue la chispa que encendió este conflicto.

Ella fue quien escupió en la cara de Kael cuando le ofrecimos amistad.

Tiene que morir, o al menos hay que cortarle las rodillas, abatirla en abyecta humildad.