Sabes que hay que correr cuando oyes “Cuando llegues hablamos” de la boca de tu madre.
- ¿Me puedes explicar por qué no has llegado? - Dijo mi madre al otro lado del teléfono.
- Me encontré con un amigo y me quedé charlando con él un rato, eso es todo. - Le respondí tranquilamente.
- ¿Te quedaste hablando 3 horas y media? - Me dijo aún más enfadada - Tu salida del instituto es a las 5:00 pm y van a ser las 9:00 Alba.
- Es que fui a la práctica de las chicas. - Dije suplicando.
- Te quiero aquí en 1 minuto. Cuando llegues hablamos - Soltó mi madre la temida frase y colgó.
Cuando crucé la puerta de la casa sentí mis piernas temblar. Tanto que creí caerme. Iba caminando sigilosamente cuando oigo a mi madre gritar.
- Alba de la Cruz Ibáñez. Quietecita ahí.
Diosito. Virgen de la Guadalupe, ayúdenme.
- Tenme piedad - Dije, pero ella mantenía su mirada fría sin decir nada.
- No me mires así. Siento que me quieres cazar.
- Cállate - Me dijo y su mano impactó mi rostro.
- Auch. - dije sobándome la mejilla - ¿Por qué tan agresiva?
- ¿Quieres que te dé el sermón de nuevo? - Preguntó y yo negué con la cabeza - ¿Quieres sopa? Con la lluvia que ha caído te sentará bien.
- ¿Eres bipolar? - Dije asombrada por su cambio de tono.
- ¿Quieres o no? - Dijo con el plato en la mano. Asentí y me senté a la mesa con ella.
- El sábado habrá una inauguración en el taller de gráfica. Puedes ir con tus amigos, no es por invitación.
- ¡Maravilloso! Ya tengo plan para empezar el fin de semana. - Dije ansiosa.
- Como llegues borracha vas a conocer a boomerang - Me dijo mi madre desafiante.
- ¿Quién es boomerang? - Dije nerviosa.
- El nuevo par de chancletas que me compré.Mi madre se levantó y dejo mi plato y el de ella en el fregadero. Fue hacia el cuarto de ella y me enseñó a boomerang. Eran unas chancletas naranjas con detalles de diferentes colores, como una camisa hawaiana. Muy coloridas para mi gusto.
- Bueno mamá me voy a dormir. - Dije y bostecé.
- Se me olvidaba decirte que llevé tu uniforme a la tintorería.
- ¿Qué? - Grité con pánico - ¿Ahora qué me pongo mañana?
- Lo siento. No lo pensé. - Me respondió - Ponte el uniforme que dejó Camil el otro día.
- Mamá sabes que Camil tiene un cuerpo completamente diferente al mío ¿No?
- Ah bueno. Entonces te jodiste.
- ¿Voy encuera?
- Alba, te pones el uniforme de Camil y si te queda ancho te enganchas un cinto y se acabó. - Me dijo fácilmente - Buenas noches.
- Mamá, voy a parecer un globo aerostático. - Le dije, y me ignoró -Buenas noches mamá.