LIBERACIÓN #2 (TRAUMA)

Un nuevo amanecer

Iván

Es un hermoso amanecer aquí en este lugar, me giro a ver a mi amada esposa que yace en la cama cubierta por la sábanas Rojas que hacen resaltar su delicada piel blanca, y que su cabello rojo que ha perdido un poco de color ya se le notan sus raíces castañas, ya es hora de que se las retoque nuevamente.

Son las 5:47 a.m. y ya debería írla despertando ya que debe ir a trabajar, pero primero le haré el desayuno para que solo tenga que ir a duchar y arreglar para que desayune y llevarla al hospital. Aún no me puedo creer que ya estemos cumpliendo cinco años de casados, aún no hemos tenido la dicha de quedar embarazados pero se que pronto lo lograremos. Me voy a la cocina a hacer el desayuno y se que el olor del mismo hará que Janet se levante de la cama, y así mismo como lo predije se cumplió.

-¿Qué  huele tan rico mi amor?- dice Janet  con voz ronca al aparecer por la puerta de la cocina.

-Tu comida favorita mi reina, ve a arreglarte hasta que esté listo el desayuno- le recomiendo ya que aún la veo un poco somnolienta.

Su aspecto de recién levantada me fascina,  solo viste una semi tanga no lleva camisa ni nada, puedo contemplar su hermoso cuerpo y exquisita piel en la cual posan marcas de las noches de pasión que hemos tenido los moretones, las marcas de los amarres, los mordiscos todo está allí adornando su cuerpo. Ella solo se acerca a mí y me da un beso en la mejilla para luego irse a hacer lo que le he dicho, termino de hacer la comida y cuando la estoy sirviendo en la mesa aparece mi princesa bien arreglada como toda una mujer empoderada. Sus labios rojos como la sangre, sus ojos con una ligera sombra casi natural que le da un toque rojizo a sus ojos cafés esa mirada tan salvaje y atrevida al mismo tiempo, esas curvas que a pesar de ser pequeñas son excitantes. De solo recordar que anoche la hice mía de todas las manera posibles hace que me prenda mucho más.

¡Es que maldita sea!

Esta mujer me vuelve loco, esos pantalones ajustados que le resaltan sus glúteos, esa camisa de botones a rayas de azul con blanco le luce. Todo lo que ella usa es hermosos. Ella se sienta y empieza a comer, mientras ella lo hace yo me voy a alistar para poder comer rápido e irnos al trabajo. Mi empresa va muy bien y no necesita que vaya todo el tiempo pero yo prefiero atender mis cosas yo mismo y no dejar que nadie las perjudique.

-Amor, ¿Sabes que día es hoy?- inquiere ella con una voz muy empalagosa que hace crecer mi palo.

-¡Por supuesto mi princesa, hoy es nuestro aniversario de bodas!- le respondo muy emocionado para que ella se sienta y note que yo siempre estoy al tanto de todo.

Ella solo me sonríe y termina de comer, toma sus cosas para salir de casa y dirigirnos al auto. Son las 6:30.ª.m vamos a buena hora, su trabajo no está lejos de aquí así que llegamos súper rápido,  nos despedimos con un beso tan húmedo que mi amigo no deja de palpitar. Ella corta el beso y sale rápido del auto para entrar al hospital,  al verla entrar me dirijo a mi empresa la cual si queda algo alejada del hospital pero no importa. Al llegar estacionó el auto y me dirijo al ascensor para subir a mi oficina.

Julia me espera para entregarme todos los papeles que tengo que chequear y otros por firmar.

-¡Muy buenos días, licenciado!- me recibe ella con mucha amabilidad, aunque ella no se de cuenta yo si noto que tiene cierto interés en mi.

-Buenos días Julia, ¿Esto es todo?- digo sin tanto rodeo ya que no quiero darle paso a nada que dañe mi matrimonio.

-Am, si licenciado. Si me permite me retiro- comenta ella con una gra desilusión en la voz ya que procuro no verle el rostro.

Yo solo asiento y escucho como sale de mi oficina, nunca me he fijado en otra mujer que no sea Janet ya que ella es el amor de mi vida y no haria nada por hacerle daño. Mi empresa ayuda al hospital donde trabaja Janet, nosotros le damos suministros además de fondos, ella no lo sabe ya que le dije a el dueño del hospital que fuera confidencial no quiero que nadie sepa que ayudo a ese hospital, mucho menos Janet. Me gusta que todo sea solamente entre mi socio y yo, nada de terceros ni nada ya que no quiero que metan cizaña.

Reviso las cámaras del hospital, sí tengo acceso a las cámaras de allí y de todo los lugares a los que les brindó ayuda para saber que están usando las cosas que le doy de la mejor forma. Y en las cámaras puedo ver a mi esposa hablar con uno que otro paciente y colega pero nada de lo que deba preocuparme, ella siempre ha sido una mujer buena y obediente ella es tan sumisa que de solo pensar en todo lo que hace solo por complacerme me excita mucho. La molde muy bien a la forma que yo quería, y logra que se convirtiera en una mujer complaciente.

Veo las demás cámaras de los otros lugares que ayudo y todo está en orden, nada de lo que me deba preocupar. Yo soy muy generoso pero si buscan de abusar de ello se la verán tan mal que ni el con la ayuda del diablo podrán encontrarlos jamás en la vida, yo soy el maldito dueño de muchas empresas, hospitales y negocios de Países Bajos así que nadie puede meterse conmigo y con lo míos. También decidí que este era el mejor lugar para empezar de nuevo ya que aquí el crimen es tan bajo que han cerrado muchas prisiones.

Y se que aquí jamás me van a encontrar, además de que en mi país me dieron por muerto hace doce años y a ella la dejaron de buscar después de un año de desaparecida,  ella no recuerda nada de quien era ni de quien es su familia, cree que solo me tiene a mi y así mismo será hasta sus malditos últimos días de vida.

Porque si no es mía, no es nadie.

Primero estará a tres metros bajo tierra que con otro.

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Holiiii, gracias por leer el primer capítulo de esta segunda entrega de la saga trauma.

Este libro será un poco más fuerte que el primero, y recuerden que esto es un borrador. Ya con el tiempo lo iré corrigiendo.

Espero que les haya gustado y de ser así no se les olvide dejar su estrellita y recomendarla co  sus amigos.

Hasta la próxima mis criaturas de la oscuridad ❤