"robin's plan" | byler

ꉂCAPITULO ÚNICO𖤐ᵎ ִֶָ

- ¡will, robin llegó por ti!

el grito de la madre de mike fue escuchado por todo el grupo de amigos presentes en el sótano del anteriormente mencionado. todos intercambiaron miradas confundidas y luego se enfocaron en byers, esperando una explicación del porqué la chica había ido a recogerle.

él se encogió de hombros mientras se ponía de pie de su silla en donde había pasado las últimas tres horas jugando a la campaña que había preparado mike en conjunto con eddie, y se acercaba al sofá para tomar su mochila - le pedí que viniera a buscarme, chicos - informó, sintiendo que era necesario hacerlo dado las miradas curiosas de todos, incluso de munson.

- ¿por qué no viene jonathan a recogerte? - preguntó mike mientras se ponía de pie también, siguiendo a will hasta el borde de las escaleras, donde se frenó en seco para mirarle justo después de oír su pregunta. hubo un silencio.

el resto de los presentes se miraron entre sí, sintiendo como la tensión comenzaba a aumentar entre ambos. ellos sabían que algo ocurría ahí pero ninguno se atrevía a señalarlo directamente y, por debajo de la mesa, apostaban dinero a cuál de lo dos sería el primero en asumir sus sentimientos por el otro; aunque poco a poco comenzaban a perder sus esperanzas, ¡ellos siempre tenían ese tipo de discusiones sin sentido e indirectamente románticas pero nunca eran capaces de conectar los cables!

- jonathan salió con tu hermana, mike, ¿no lo recuerdas? - respondió, cruzándose de brazos. mike se mordió la parte interna de la mejilla mientras desviaba la mirada de su mejor amigo durante un par de segundos, maldiciendose internamente por haber sido capaz de olvidar eso.

jane, quien estaba sentada junto a max algo alejadas de donde el grupo llevaba a cabo su partida, abrió la boca y emitió un sonido como si estuviera preparándose para hablar. todo el grupo la miró con ojos suplicantes, sabiendo que el mínimo comentario que ella hiciera sería suficiente para detonar una discusión aún mayor, ya que la chica, para bien o para mal, tenía cero filtros al momento de decir las cosas. así que no le quedó más remedio que guardar silencio y continuar haciéndole trencitas en el cabello pelirrojo de su amiga.

- tengo que irme, mike - byers volvió a captar su atención al no verle dispuesto a contestar a sus palabras anteriores. michael volteó a verle con ojos casi suplicantes pero evidentemente eso no fue captado por el otro muchacho, quien era más ajeno que nunca al hecho de que sus sentimientos podrían ser correspondidos - no puedo hacer esperar a robin todo el día.

- tiene razón, wheeler. deja que byers se vaya - comentó eddie mientras le quitaba a dustin un paquete de patatas fritas y se echaba un buen puñado en la boca. will sonrió mientras lo observaba, agradeciéndole silenciosamente por ayudarle con el pelinegro, pues sabía que mike siempre escuchaba lo que sea que él tuviera que decir. munson sólo le guiñó un ojo en respuesta.

mike sintió su interior retorcerse al presenciar eso; sin embargo, no dijo nada. conocía la actitud de eddie tanto como el resto de sus amigos y sabían que tendía a tener poca vergüenza.

- bien, vete.

dijo rindiéndose y alejándose de la escalera para tirarse en el sillón de brazos cruzados sin despedirse de will, que intercambió una mirada de disculpas por la escena a todos los presentes antes de hacer un gesto de despedida con la mano y subir las escaleras a toda prisa.

otra vez silencio, un silencio todavía más tenso que se hacía incluso pesado gracias a que todos podían percibir la evidente molestia en el aura de wheeler. lucas carraspeó e hizo señas para que todos se acercaran hacia donde este estaba, cosa que hicieron y en un santiamén, estaban todos rodeando a michael en un fuerte abrazo.

- no estés molesto, mocoso. sigues siendo el número uno para will - le tranquilizó eddie, y el pecoso estuvo a punto de replicar pero prefirió guardar silencio en el momento exacto en que esa frase comenzó a sentirse cálida en su corazón. tal vez, querer ser el número uno para su mejor amigo no era tan raro como él creía que era.