Perdóname por no ver tu mensaje

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¡Hola! Este fanfic es para la tercera edición de Matsuri: Emocionarte para el evento de la página de Facebook Shikatema: Hojas de Arena.

La emoción que elegí es Tristeza y la secundaria Soledad.

¡Disfruten!

Perdóname por no ver tu mensaje

En medio del silencio de ese día abrió los ojos sin poder recordar en qué momento se había quedado dormida. Aunque quisiera estar equivocada, sabía muy bien que ese día no se trataba de un terrible sueño. Lentamente se reincorporó ya que su cuerpo se sentía agotado por las constantes dosis de estrés que tuvo que lidiar la semana pasada. Descuidadamente dejo pasar los minutos en lo que mantenía su mirada fija en los muros de concreto de su habitación. Hasta que su celular vibró y su pantalla se iluminó, trayéndola desganadamente a su cruel realidad. Cerró sus parpados y respiro hondo. Luego giró su rostro, extendió su brazo hacia la mesa de noche que estaba junto a su cama y leyó su reciente notificación.

"¿Quieres que te acompañe?" Enviado hace un minuto.

Retrajo su pierna hacia ella colocando la planta de su pie sobre su cama, apoyó su brazo que sostenía su móvil sobre su rodilla y dejo colgando su muñeca hacia abajo sin soltar su teléfono. Con su otra mano disponible se frotó el rostro y luego recorrió con sus dedos su cabello. Estaba agotada. Sus ojos le ardían y se sentían hinchados. Incluso le dolía la cabeza debido a las pocas horas de sueño que logró conciliar esos días. Regresó su mano a su rostro ocultando su boca con ella y volvió a levantar su teléfono. Lo desbloqueó, abrió sus mensajes y entre ellos encontró un mensaje que estrujó su corazón con tan solo leer quien lo había mandando. Con solo tocar su nombre abrió su conversación.

"Hola. ¿Podríamos vernos?" Enviado hace una semana.

Posar sus ojos sobre cada letra extrajo un involuntario suspiro de su boca. Bajo los pies de la cama dejándolos colgando de un costado en lo que sostenía su teléfono con sus dos manos. Entonces sus dedos comenzaron a moverse sobre su pantalla.

"Hola." Enviado.

En ese entonces le pareció ridículo que solo hasta esas instancias le estaba respondiendo su mensaje. Inmediatamente una sustancia fría comenzó a recorrer todo su cuerpo y el ritmo de su corazón cambio. Sabía que era inútil lo que tramaba hacer, pero dentro de ella sabía que lo necesitaba.

"Debo de confesarte que me tomé días para evaluar si debía contestarte. Verás ha pasado tiempo desde la última vez que hablamos. Algo que fue bastante doloroso para mí, pues antes llevábamos una rutina que se convirtió en mi vida. Con tan solo abrir mis ojos te podía encontrar a pocos centímetros de mí. Nada me costaba inclinarme un poco para plantearte un beso. Nos levantarnos a la misma hora para irnos a trabajar, cruzábamos la puerta y tomábamos rumbos diferentes. Nunca te agradecí lo ameno que hacías mis días cuando tu nombre aparecía en mi celular. Te agradezco que esperaras paciente a que te respondiera, ya que entendías que me había enredado en el trabajo o cuando me llenabas la conversación de imágenes graciosas para mejorar mi día." Enviado.

"Ambos sabíamos que al terminar el día nos encontraríamos en el mismo lugar. En esas cuatro paredes de concreto que presenciaron los incontables platillos que nos preparábamos uno al otro, ese baño que siempre fue nuestro cuarto privado donde nos resultaba más fácil tener conversaciones intimas mientras nos bañábamos, ese sillón que aguanto las incontables horas de siestas que me obligabas a tomar cuando nos abrazamos, nuestros pequeños bailes que dábamos en el patio frontal cuando nos sentíamos plenos, ¿lo recuerdas? Después terminaría mirándote a los ojos y sonreía pensando cómo es que fui tan afortunada de encontrar a una mitad que embonara tan bien con la mía. Un hombre nato a ser un líder, tan inteligente y admirable que me lleno cada uno de mis días de su más puro amor." Enviado.

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