Estaba en la cafetería a la que suelo ir después del trabajo. Por fortuna, había conseguido una mesa, yo me encontraba leyendo un libro cuando una voz masculina, profunda, me interrumpió.
"¿Puedo sentarme? ¿Le importa?" me preguntó
Alcé la vista. Un hombre de facciones delicadas, cabello castaño y piel blanca que parecia porcelana, esperaba mi respuesta.
Aquel hombre vestía una camisa color caqui de manga corta y unos pantalones negros.
Mi atención, sin embargo, fue a parar sus hermosos labios carnosos color cereza, y pensé que me gustaría ser besado por aquellos labios.
Me pregunté si ya lo había visto en alguna otra ocasión o yo me estaba confundiendo con mis fantasías con hombres similares. Porque yo ya me había imaginado, que me comía su polla o de alguien parecido a él, con su físico, su rostro... con sus labios.
"Sí, por favor, siéntese" respondí
"¿Qué estás leyendo?" me preguntó señalando el libro que se encontraba sobre la mesa y mientras, me miraba atentamente aquel castaño. Sé que él trataba de leerme la mente.
Y yo le permití que me conociera. No le oculté que soy capaz de besar a un hombre con unos labios como los suyos, que si comenzase a degustar su cuerpo terminaría por conocer todos los rincones de su cuerpo, todos.
Él tomó el libro de la mesa con aquellas manos venosas
"Estaba leyendo IT, le respondí
Él me devolvió mi libro mientras yo sujetaba la taza de café para llevarse a la boca.
Me pregunté ¿Que se sentirá ser tocado por alguien como él? Por mi mente cruzó la imagen de sus manos sofocando mis gritos desesperados por una sodomización dura y lasciva.
En mi entrepierna noté el principio de una erección.
" Te gustan las obras de Stephen King" - pregunté .Si deseas puedo prestarte mi libro para que lo leas"
Él me miró.
"No quiero molestarte,dijo. Es tu libro y aún no has terminado de leerlo.
Él miró por un segundo hacia otro lado y después añadió: "Cuando lo acabes puedes prestarmelo"
Yo no quería desaprovechar la oportunidad de estar con él, así que volví a ofrecerme
"¿Si quieres puedo prestártelo, mañana?" pregunté
Nuestros ojos se encontraron otra vez. Y me leyó aún más a fondo.
"Mañana, está bien te parece si me llevas el libro a las ocho a mi casa. ¿Serías tan amable?"
Acepte gustoso ir a su casa.
Era sábado. Yo había quedado para salir con unos amigos, así que inventé una excusa para no salir con ellos.
Tras preguntar a varias personas, pude llegué a su casa a la hora pactada.
Una puerta de un color negro que parecía la entrada principal. Toque el timbre de pronto se abrió la puerta y Win salió a recibirme, él estava con unos pantalones cortos de algodón y una camiseta roja
Me miró somnoliento.
"Me había quedado dormido. Disculpa. ¿Fue difícil dar con mi dirección? Me preguntó
"He tenido que preguntar unas cuantas veces" respondí
Win me invitó a pasar. La casa parecía antigua. Los objetos, los muebles... me recordaban los años sesenta cuando yo aún era un niño.
Tuve la curiosidad de preguntarle
"Era de mi tío. Falleció y la heredé. No la he vendido porque quiero conservarla concluyó con lo que me pareció una cierta añoranza.
Seguí a Win hasta un salón pequeño que tenía una librería antigua, un gran sofá y una lámpara estilo renacentista. El televisor era lo único del presente. Conectado a un canal de deportes, se veían las imágenes de un partido de golf
"¿Te gusta ese deporte? - hable señalando el televisor
Yo solía jugar pero ya no, respondió Win ¿Y tú? ¿Sabes jugar golf?
"No-contesté-
"Puedo enseñarte, claro si quieres" me dijo
Me invitó una cerveza y acepté. También me preguntó mi nombre, Bright y desde entonces comenzamos a tutearnos.
Le alcance el libro que estaba en mi bolso y nos sentamos en el sofá. Fuimos conversando de algunas cosas de nuestra vida.
"Se recostó sobre el respaldo y estiró un brazo en mi dirección.
Al observar su mano tan de cerca, no pude evitar que la imagen de sus dedos en mi boca, mi imaginación estaba jugando una mala pasada otra vez.
"Me gusta este lugar -dijo- Por eso quiero conservar esta casa, ¿Quieres dar un paseo?
Yo accedí.
La casa tenía un patio pequeño y con un armario de obra que calificó de trastero. Me dio explicaciones. Las escuché aparentando interés.
Pero mi único interés era él. Y a cada momento se acrecentaba mi interés de sentir su pene y sus demás encantos masculinos.
Después me guío por la casa. Y no lo contradije. Pero al pasar por una puerta, la ignoró.
"¿Y esta puerta?" -pregunté.
"En esa habitación no hay luz. Se estropeó y aún no la he arreglado"
Intentó seguir hacia otra estancia de la casa pero insistí: "¿Por qué no la has arreglado?"
Me miró de una forma que no sabría explicar, como si con mi curiosidad me estuviera metiendo en un gran problema.
"Es un lugar especial-dijo con voz pausada, incluso pesada- Podría decirse que es mi cuarto favorito"
Se quedó mirando la puerta y su respiración se aceleró.
"¿Quieres entrar?" me preguntó
"No, por favor. No era más que-... La verdad, no sé ni por qué se lo pregunte"
XD