De marionetas a cerezas [SasoSaku]

❀Jealous❀

Song: Jealous - Eyedress

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Sasori siempre había sido un experto manteniendo sus emociones bajo control, o eso, hasta que conoció a Sakura Haruno y todo su impecable mundo se derrumbó. Al principio, sentir algo tan fuerte y que no podía manejar después de mucho tiempo, algo que se le escapaba de la monotonía de sus manos que siempre lo habían tenido todo, le llenó de terror el cuerpo e incluso le hizo creer que estaba enfermo. Sentir tantas cosas de la nada, y por una persona que para él, era todo lo opuesto que buscaba en su tipo de chica ideal aún no pensada, le parecía una locura total.

El intenso deseo de querer estar a su lado y hacerla feliz le hacía sentir tan raro, pero a su vez le encantaba, ¡Y cómo le encantaba Sakura Haruno! Amaba sus cabellos rosados como la aurora, sus labios pintados de cereza primavera, sus brillantes ojos jade y su pálida piel, además de su figura esbelta y pequeña, pero llena de fuerza. Ella no era una mujer débil o sumisa, Sakura tenía carácter y no se molestaba en ocultarlo, algo que, desde el punto de vista de Sasori, era sexy. La chica era una belleza en todos los sentidos, por eso mismo Sasori no está seguro de cómo ese parlanchín espectro de colores naturales, que tantos líos creo en su ser afligido de artista, terminó siendo su novia.

Su primera novia, a los 25 años.

«Patético»

—Ya, Sasori-danna, ¿qué hacemos en la facultad de medicina? Aquí apesta a hospital.— se quejó Deidara, arrastrando sus pies con exageración.

—Te dije que podías quedarte con los demás, no sé qué haces siguiéndome.— respondió, poco interesado en la cara de cansancio del rubio, el cual de pronto pintó una expresión de sorpresa y sonrió.

—¡Oh, cierto! Ya recordé. Me ibas a presentar a tu novia, todos la conocen menos yo ¡Y eso que somos amigos de años!— exclamó, con ambas manos en su cintura y el ceño fruncido. Sasori rueda lo ojos para luego mirarle con hastío, a veces no soportaba los dramas innecesarios que creaba Deidara.

—¿Sabes? Es que no quería asustarla con un pirómano, así que opté por los amigos socialmente normales.

—Tan lindo tú, Danna.— contestó el rubio, mientras Sasori seguía su camino hacia la clase de su novia. Era verdad que la facultad de medicina estaba algo lejos que la de artes, por lo que entendía un poco las quejas de Deidara, aunque le jodiesen mucho en esos momentos, y en todos, pero el pelirrojo nada podía ni quería hacer.

Minutos después de seguir su camino, ambos al fin se encontraban en el pasillo donde quedaba la clase de Sakura, ya era el tiempo de descanso así que era normal que varios estudiantes de medicina pasearan por allí, no obstante, era imposible para Sasori no darse cuenta de los cabellos rosados de su novia entre tantos estudiantes, por lo que al verla, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.

Allí estaba Sakura, su Sakura, tan bella y sonriente, pero acompañada de un joven alto y de ropas como cabellos oscuros, al cual de pronto ella abraza y...

—Hey, Sasori-danna, ¿ese acaso no es el menor de los Uchiha?

Sasori pinta una mueca molesta, para luego girar sobre sus talones y avanzar, sintiendo en su pecho una presión incómoda. No, aquella palabra se quedaba pequeña con lo que de verdad sentía, que era una fusión entre el fastidio y la debilidad, junto con algo temor.

«Sasuke y Sakura, juntos de nuevo...» pensó, y aquello únicamente hizo de esa sensación golpearle más fuerte.

—El idiota del Uchiha no me importa. Vámonos.— dijo tajante, avanzando en medio de la multitud de personas y empujando a una que otra, olvidando pedir sus disculpas vacías.