Perdedor -Lixbin

01

El día en que Changbin conoció a Felix.

No fue una fecha en especial, era un martes, estaba caluroso y aún le faltaban tres horas más para poder retirarse de la escuela.

Lo recuerda muy bien, porque jamás olvidaría una cara tan linda como es la de Felix, sus pequitas lo flecharon, sus labios, su cabello negro, y oh dios, esa voz grabe que le hizo tener un escalofrío por todo su cuerpo.

Él estaba yendo hacia la biblioteca para retirar un libro de física, tenía que estudiar para una examen y realmente no entendía mucho de los temas que había explicado su profesor.

Mientras buscaba entre las secciones de ciencias, vio a través de un hueco el lugar donde había mesas, dónde normalmente las personas se sentaban a leer, a un chico completamente dormido.

No sabía por qué pero se acercó hacia él.

Cuando finalmente estuvo a su lado, vio unas pecas adornar todo su rostro y parte de sus manos, imaginaba que el resto de su cuerpo estaría igual, un pensamiento algo extraño diría yo, una cabellera negra (totalmente despeinada cabe decir).

Le pareció lindo, aunque solo estuviera viendo un cuarto de su cara, puesto que el cabello le tapaba. Soltó una risita al ver que estaba babeando encima de la mesa.
A su lado se hallaba un cómic, lo conocía bien, antes solía escaparse a la biblioteca para leer cómics de Marvel, este en especial era de Deadpool.

De un momento a otro el chico se despertó exaltado, asustando a Changbin con su repentino grito.

—¡Los zombis nos atacan!

Hizo una pose de pelea, aún medio dormido, con un ojo cerrado, con la cara marcada (debido a que dormía sobre su brazo) y llena de saliva.

—Uhm, dudo que los zombis nos ataquen, así que puedes estar tranquilo.

Soltó una dulce risita.

Felix reaccionó al ver quién estaba frente a él, mientras se limpiaba la mejilla dijo.

—Uh, si, solo fue un sueño, claro que no existen jaja.

Soltó una risa nerviosa, ¿Que hacía el gran Seo Changbin frente a él y por qué le estaba hablando?

—Uh, si. Yo me tengo que retirar, hyung.

Dijo mientras se levantaba rápidamente y recogía sus cosas, guardando todo de manera desordenada en su mochila.
Pero antes de que pudiera irse Seo lo tomó del brazo.

—¡Espera! No pude preguntar tu nombre, yo soy Se-

Fue interrumpido por el menor.

—Seo Changbin, lo sé, todos te conocen. No creo que yo sea relevante para usted, hyung. Me retiro.

—¿Relevante? ¿Que cosas dices? Vamos, no seas tontito, quiero saber tu nombre porque me interesas- digo me interesa conocerte.

Ríe para luego soltar el brazo del chico, en ningún momento se había dado cuenta que aun lo sostenía.

—Uhm, yo... F-felix, Lee Felix. Un gusto.

Dijo algo tímido.

—¡Oh, que lindo nombre! ¿Eres extranjero, verdad? Tu coreano suena muy gracioso, p-pero ¡No creas que me estoy burlando! Al contrario, me parece muy tierno tu acento.

—T-tranquilo, hyung. A mí me parece tierno usted.

Ambos se sonrieron, y así pasaron lo que restaba de la hora escolar, escondidos en la biblioteca charlando, riendo, conociéndose.

Un día inolvidable.