Capítulo 13: " El Hombre que lo Tiene Todo"

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Aesop Carl

Demonios, ya había olvidado que era lo que se sentía... volver a estar junto a él, sentí sus manos rodeando todo mi cuerpo, volvió a hacerme gemir para él, nos dimos placer hasta que no pudimos más, creo que hasta me dolió un poco, aunque no me quejo tampoco, lo disfruté. Ahora estoy hablando con él debajo de las sábanas.

Aesop: No pensé que estuvieras borracho todos estos años, sé que te gusta el alcohol y ese tipo de bebidas, pero no pensé que te fueras a pasar, amor- acariciaba sus cabellos mientras él me acariciaba la espalda.

Joseph: Honestamente no tenía más soluciones, tu me ayudabas con el asunto de mis emociones, y cuando te fuiste... quedé tan solo que no dejé de pensar en ti, hasta cuando sentía que llorabas, me daban ataques duros también, lloré por ti también- de solo escuchar esas palabras me acomodé mejor en su pecho.

Hablamos de muchas cosas, extrañábamos la compañía del otro, es como si fuera un día normal hablando entre nosotros, después de eso simplemente nos quedamos en silencio, cerré un momento los ojos y pensé en Edgar, debo agradecerle porque lo pude volver a ver, ya no volveré a llorar en las noches.

Cuando Edgar me dejó aquí, no lo podía creer, entré y al ver a Joseph llorando, con la mirada perdida, me dio mucho dolor, per aún recordaba que debo hacer en estos casos...

" Aesop: ¿Mal día?- puse mis manos sobre sus hombros, no se movió en absoluto, hasta que sentí su mano sobre mi brazo.

Joseph: No te imaginas- evité reír, creo que no sabe que de verdad estoy aquí, tal vez me ve como una ilusión- sírveme un trago, por favor- ahora si, me puse frente a él y le serví una copa.

Aesop: Para que hayan botellas en el piso, debe ser que no has dejado de tomar- soltó lágrimas, está igual de herido que yo, pero a diferencia de mi,es que no lo muestro...- aquí tienes- la recibió y se tomó todo de un solo trago- tu ropa...- tomé un trozo de la tela, es una mancha de vino, ahora me pregunto si está ebrio...,de la nada me tomó de los hombros y acercó su nariz a mi cuello.

Joseph: De verdad estas aquí..- acaricié su cabeza.

Después de eso, hablamos de nuestras cosas, tengo prohibido volver a llorar, porque en esa charla solté muchas lágrimas, y él también, y no sé cómo o porqué, pero terminamos en la habitación"

Aesop: Joseph, ¿ahora que hacemos?- me puse encima de su pecho para mirarlo- ya sabemos porqué Edgar nos trajo aquí, pero...

Joseph: Vengan conmigo- lo miré- mientras más omegas regresen con sus parejas, quitarán ese mucho, además, te quiero de vuelta, quiero conocer a nuestro hijo, hay mucho que yo debo hacer con ustedes...- besé su frente y me acomodé para dormir....

Unas horas después...

Nos vestimos y ayudé a Joseph a limpiar toda la casa, mañana nos mudaremos aquí, además Edgar está en vacaciones, tal vez quiten el muro para entonces, así que no hay que perder tiempo, aunque si debo ser honesto, casi que no lo logramos, habían muchas cosas que tenían polvo, habían habitaciones enteras que no se habían limpiado, lo único limpio era nuestra habitación y la de Edgar, y con la sala, abrimos las cortinas y las ventanas, nos deshicimos de toda botella de vino que había y no aseguramos de que ese aroma desapareciera de toda la casa.

Aesop: Por fin, algo de luz y aire fresco- miré al cielo y vi como el sol se asoma entre las nubes, no sale, pero se ve hermoso.

Joseph: Si, es hermoso- me abrazó por atrás y descansamos un momento, y cuando íbamos a seguir, me pregunté: ¿qué estará haciendo mi hijo en casa?

Edgar Desaulniers

Edgar: Cuando me dijiste que querías dejar a tus padres solos y que tu hermano iba a estar bien, no pensé que terminaríamos en mi casa, solos en mi habitación y haciendo este tipo de cosas- y si, lo estoy regañando.

Luca: Oye, mi hermano sabe cuidarse solo, y eso que solo lo conocí hace tres horas, además sabes que hace rato que quería pasar tiempo contigo.

Edgar: ¿Y con tiempo te refieres a que, literalmente, tengamos relaciones?- usando protección obviamente, no somos estúpidos, pero pensé que el momento iba a llegar más tarde.

Luca: Oye, tú no has quejado en las tres horas que llevamos- embistió de la nada y gemí- y prefiero escucharte gimiendo a que empieces a quejarte- maldición, ahora si ya valió...

Unas horas después...

Luca: Si se van a mudar pronto, ¿eso significa que podremos vernos en la escuela?

Edgar: Ojalá, y nos ayudaría a mostrar a nuestras familias que somos destinados, aunque ya tengo tu aroma y tu tienes el mío, pero aún así puede funcionar- aunque creo que, apenas mi mamá entre la casa lo va a saber.

Luca: Bueno mientras más rápido mejor- lo abracé y nos quedamos en el balcón, mirando como el sol se asoma entre las nubes, me imagino que algún día va a iluminar toda la cuidad.

Hasta el próximo capítulo....

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