Amor Prohibido E x S

CAP 2 amigos

EDUARDO
Me sonrojé por la carta que me tiró Scarlett, pero bueno la mire fijamente y vi que era completamente hermosa, era lógico que todos los chicos se enamoren de ella, encambio yo... pues era todo lo contrario de ella...
SCARLETT
Hola soy Scarlett, hoy es el primer día de clases presenciales después de dos años. En la entrada vi a un chico... creo que se llamaba........emmmmmmmm.......Eduardo!!!!!! Si, Eduardo, así se llamaba.
—¡Hola!, soy Scarlett, tú eres Eduardo ¿no?
—Si, ¿eres nueva?.
—No, soy como una sombra que nadie sabe de mi existencia jajaja
—Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja—se echó a reír y yo también me comencé a reír.
Toco la campana y él se fue corriendo al baño ¡oh quería ir al baño y yo no lo dejé, que mal!, después estaba yendo a mi sitio cuando me empujan, yo me iba a lanzar contra ella pero vi que era ¡¿Mariana?!
—¡¿Mariana?!, qué pasa???
—¡¿Scarlett?!, ah no pues porque te metes con mi novio????????????
—no pues, primero que todo yo no sabia que salían, segundo que todo yo no soy infiel como tú y no le pongo los cachos a mi novio, y tercero a ti que te importa si yo hablo con él
—hija de tu re mil pu**
—se cabreo la niña???—lo dije como si estuviera hablando con un bebé pero con tono medio sarcástico—hija de perr*—mi expresión cambió de la nada y saqué el dedo medio.
En eso vino Eduardo, vino aliviado pero en eso que nos vio se desesperó—¡Que haces!qué crees? No ves pues pendejo, pensé
—como vas a estar hablando con una chica que no sea ¡SHO!—oh no, ya le salio lo argentina, él estaba pensando algo pero no sabía que pensaba, por su cara creo que pensó lo mismo que yo— me estas escuchando?
—Ah s...sí
—mmm ok bueno como te decía no quiero que hables con otra chica que no sea ¡SHO!
Por dios que celosa, bueno me fui a mi asiento porque vi que el profe ya se acercaba
—¡EDUARDO! ¡siéntate!— dijo el profe entrando

—Disculpa profe no volverá a pasar
3 HORAS DESPUÉS
—Por fin terminó las clases, fue una tortura. Bueno voy a comprar un pan.
Terminé de comer y no sabía que hacer, vi a mi enamorado... no, él sigue comiendo... mi mejor amigo... no, esta paseando...
Eduardo... ¡si!, estaba molestando a sus amigos
—oye, ¿quieres pasear?
—ah, si claro—dijo
Paseamos un rato hasta que sonó la campana regresamos al salón y vi que tocaba "inglés" oh bitch toca inglés
—jo e puta— dije enoz baja, mi mejor amigo me miró y me dijo
—sí, es una tortura
Me reí y me fui a mi asiento.
Tenía 2 horas de inglés, mi enamorado estaba adelante y yo atrás, mi mejor amigo estaba al costado de mi enamorado.
Era por orden de lista, y según mi orden de lista Eduardo estaba en mi costado bueno pues me distraeré con él.
Le mande una cartita con una propuesta de distracción, me dijo no, ahí se me ocurrió la brillante idea de hacerlo sonrojar, gracioso.
Comenzó el juego de el que deje de mirar al otro primero pierde.
Ahora que lo pienso... a mi me dicen hermosa por mis ojos y mi cabello pero a el le dicen feo... para mi que... no esta tan f..f...feo que digamos...
Cuando me di cuenta el me ponía su mano en la frente y me dijo
—estas roja, te sientes bien? Acaso tienes fiebre? Vamos te llevo a la enfermería—me dijo con preocupación... es muy tierno cuando muestra su lado inocente
—no tonto— le dije sonriendo un poco
—de verdad estas bien? De verdad, te puedo llevar a la enfermería si te sientes mal, es más avísale al profe que te sientes mal
—que no tonto, estoy sonrojada, no estoy enferma baboso!
—ahhhhhhhhhhhh—dijo con toda la inocencia del mundo—bueno seguimos con el juego?
—si claro—esto es difícil, se me es imposible... me pongo nerviosa
—tan guapo soy o por qué te sonrojas tanto cuando me ves
Le pegué y le dije
—soy así con muchos hombres y no solo contigo
—aver se que sus hormonas están parpadeando pero el coqueteo para después, ahora presten atención a la clase—dijo el profesor
En ese momento me sonrojé tanto pero tanto que me desmayé.
Cuando desperté avía pasado 15 min. Y pensaron que estaba dormida jajaja que estúpido
—oye Scarlett, ya va a terminar inglés, toca cyt
—ay no cyt??????
—si, cyt
—tocará—dije con mala gana
Semanas después
—Ay ya yay me cansé—dijo mi enamorado y después cerró su cuaderno con fuerza— tú no te cansas? Tareona
—tú no digas nada nerd
Nos reímos hasta que tocaron la puerta de mi casa
—¿Quién es?
—No abras la puerta— dijo mi novio muy serio— por suerte tienes un espejo-ventana
—Sí
Fuí cuidadosamente a mi espejo-ventana y vi dos hombres con pistolas...
Por dios nos vinieron a chorear
—Ale corre, son choros
—no me jodas... vamos, vamos, vamos, vamos
—oe hijos de su puta madre habrán la puta puerta—dijo el choro— la puta mare no habren la puerta, vamos por el jardín
—la concha de la lola... va por el puto jardín, sal del puto jardín, Ale!!!!!!!!
—la concha que te parió esta por el jardín
Salimos de la casa y nos fuimos corriendo donde mi mejor amigo
—Qué pasó???? Porque están tan desesperados
—entraron choros a mi casa
—ala madre—dijo Eduardo saliendo de un cuarto sobandose el ojo
—qué haces aquí?
—Aquí vivo
—cómo?
—no pos soy hermano de tu mejo
—cómo que hermano
—Él es mi hermano y yo soy su hermano
—y cómo verga nadie lo sabía
—mmmmm tal vez porque no nos parecemos y porque no le decimos a nadie
—ahhhhhhhhh
—amor vamos a otro lado—dijo mi flaco celoso—tenemos otros amigos
—tengo flaca, no necesito robarme la tuya
Ne sentí un poco triste pero no sabía porque
—bueno ya vamos entren, no se queden en la puerta
—ok, ok
—ya, ya
—cómo verga le digo a mis padres y a tus padres que asaltaron la casa y que hay probabilidad de que sigan ahí?
—nooooo looooooo seeeeeeee mana
—la puta madre, no ayudas Brais
—sorry jejeje
—ya pero dame el número de tus padres.

Eduardo sacó un papelito de su bolsillo y  me la dio y mi flaco celoso me la arrebató
—esa cosa se va conmigo— antes de verlo lo rompió y después se dio cuenta que era el número de sus padres
Yo me encabroné pero no lo mostré
—muchas gracias mi vida por romper lo único que avía para comunicar lo  que pasó
—lo siento amor— la última palabra que escuché antes de tirarle una cachetada
Me salí de la casa y me fui a un parque cercano para desestresarme y llorar...
Pero no sabía que Eduardo me vino a consolar