𝐀𝐩𝐨𝐜𝐚𝐥𝐲𝐩𝐬𝐞 𝐎𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞 © #1 [✔]

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—Bueno, a dormir —Dejo mi cabeza en sus piernas y cierro mis ojos. Siento como mete su mano a su bolsillo y de ahí saca un ojo —Sigo pensando que es insignificante —Él me mira mal.

—Es la única pista que tengo —Murmura mientras que lo sigue viendo —Vamos, no perdamos más tiempo —Se levanta.

—Oh, yo quería dormir —Me levanto y ambos salimos del departamento.

Salimos del lugar y comenzamos a caminar por las oscuras calles de la ciudad, dirigiéndonos al lugar donde se supone que fue fabricado el ojo o será fabricado.

—Esto es aburrido, con razón eres más amargado que yo. Te la vives trabajando y siendo el mejor —Él solo sigue caminando.

—Solo cállate —Me pide.

—No tiene tiempo de jugar, de bailar, solo sabe trabajar —Canto y él me mira serio.

—Llegamos —Nos detenemos y miro el gran edificio enfrente mío —Nos quedaremos aquí hasta que abran de nuevo —Nos sentamos en la banqueta.

—Tengo hambre —Murmuro y Cinco no dice nada así que recargo mi cabeza en su hombro —Dime Hargreeves ¿Por qué eres tan gruñón? —Me burlo —¿Te sientes culpable por desobedecer a tu padre? —Me mira molesto.

—¿Y tú? —Me pregunta —Desde que nos conocimos no me haz dicho nada de tu pasado —Lo miro —Tal vez es tan asqueroso que quieres olvidarlo —Escupe bruscamente y yo me levanto de ahí para alejarme un poco de él.

Veo como suspira cansado y vuelve su vista al frente, era un completo idiota, no pensaba ni verlo así que cerré mis ojos y sin querer me quedé completamente dormida

—T/n despierta —Escucho a Cinco y abro mis ojos, él me tiene abrazaba así que me alejo y veo que ya es de día —Vamos, ya abrieron —Dijo y yo me levante.

Entramos, comencé a mirar por todo el lugar, observando a las personas a nuestro alrededor hasta que nos detuvimos. Cinco jugaba con el ojo mientras que miraba hasta que alguien se nos acercó.

—¿Ah? ¿Los ayudo? —Nos pregunta y nosotros nos acercamos.

—Quiero saber de quien es esto —Dice Cinco mientras que le muestra el ojo y yo me cruzo de brazos.

—¿De dónde lo sacaron? —Pregunta.

—Que te importa —Digo de mal humor y Cinco me mira mal.

—Lo encontramos, en un parque de hecho, supongo que —Hizo un sonido con su boca —Debió salirse, queremos devolvérselo a su dueño —Dice.

—Oh, que tiernos —Murmura la recepcionista.

—Si, busca el nombre ¿Quieres? —Digo sarcástica.

—Ah lo siento, la información de los pacientes es confidencial, lo que significa —Cinco lo interrumpe.

—Si, sabemos lo que significa —Dice ya un poco fastidiado.

—Pero les diré que hacer, dejen el ojo aquí conmigo y se lo devolveré a su dueño —Intenta tomar el ojo —Seguro que él o ella estará agradecido.

—Si no toques el ojo —Suelta Cinco brusco.

—Escúchenme bien jovencitos —Estoy harta así que lo tomo de la bata y lo acerco a mi.

—No, tú escúchame a mi tarado, sufrimos muchas de cosas por esto, cosas que tu pequeño cerebro no podría entender así que danos la información que queremos y nos iremos tranquilamente —Sonrió —Y si nos dices jovencitos una vez más, te voy a aplastar tu cabeza contra esa pared —Digo molesta y solo escucho a Cinco soltar un suspiro.