𝐈 𝐌𝐈𝐒𝐒 𝐘𝐎𝐔 𝐑𝐎𝐁𝐈𝐍 ¦ 𝗥𝗼𝗯𝗶𝗻 𝗔𝗿𝗲𝗹𝗹𝗮𝗻𝗼 [TERMINADA]

☏Capítulo 5☏

Capítulo cinco- Un poco sobre Robin
Samantha Jade

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ESTABA POR LLEGAR a la casa de Finney y antes de tocar la puerta justo la abrieron. Una niña tal vez uno o dos años mejor que yo estaba parada allí con una gran sonrisa.

-Oh Hola, tu debes ser Gwen.- ella asintió.

-Si, tu debes ser Samantha, Finney me a hablado de ti.- sonreí y asentí.-Adelante, te estábamos esperando y te vi por la ventana por eso te abrí.

Al entrar la casa estaba muy ordenada y tenía un olor peculiar.

-Hola Sam.- dijo Finney parándose de el suelo.

-Que onda Finn, te traje esto.- le extendí una bolisita llena de sus dulces favoritos.

-Wow gracias.- me dio una gran sonrisa y los tomó.

-Y para ti Gwen.- ella rápidamente me miró y sonrió.- Te traje helado, Finney me dijo que este era tu sabor favorito.- ella lo tomó.

-Ah muchas gracias.- me dio un leve abrazo y lo fue a meter a su nevera.

-No tenias que traernos nada, yo te invite a ti.- negué.

-Esta bien, no fue nada.- sonreí.

Luego de un rato los tres nos encontrábamos en el piso se la sala viendo una película de suspenso en la televisión, yo me encontraba en medio de ambos hermanos. Gwen era una niña dulce y muy hermosa, me lleve muy bien con ella y ahora puedo considerarla como mi primer amiga desde que llegué a Denver. Finney parecía estar muy nervioso por la película lo cual me dio gracia, Gwen estaba muy atenta mientras los tres comíamos botana.

Cuando la película había terminado Gwen estaba dormida en mi hombro y Finney sonrio.

-Le debiste caer muy bien, creo que hasta le provocas paz, es muy raro que ella se quede dormida junto a alguien.- me sorprendí por lo que dijo.

tome su cabeza y con ayuda de Finney la acostamos en el sofá largo, le puse una cobija.

-¿Tenias algo que contarme?.- al instante lo recordé.

-Cierto, del día de ayer.- dije y rasque mi nuca.

-Vamos a mi habitación, dejemos a Gwen dormir.- asentí y lo seguí a su habitación, hizo un espacio en su cama y ambos nos sentamos en ella.-¿Qué pasó?.- suspiré y le empecé a contar todo.

-Ayer luego de que se fueran, unos chicos idiotas... .- le conté todo.

-Vaya, recuerdas que te dije que yo no era tan popular... pues es cierto y ellos siempre me hacen bromas y siempre quieren golpearme.- al escuchar eso aprete mi puño, seguro eran los bullys de la escuela y ahora los volveré a ver en la escuela.