Y de pronto la vi llegar...No supe entender mi respiración, ni mucho menos mis latidos.
—Te toca Margaret preséntate y cuéntanos algo sobre tu vida.
La bella joven se levanta de su asiento destacando su largo cabello oscuro que entona con su piel blanca y se presenta ante el club de lectura.
—Mi nombre es Margaret es mi primera vez aquí, vengo de ...
Era la primera vez que veía a alguien que en tan solo en pocos minutos dejaba en coma todos mis sentidos.
—Estoy muy contenta por haberme aceptado en su grupo de lectores. ¡Me encanta la lectura!. Espero que seamos amigos— Obsequió una sonrisa angelical que cautivó a todos los presentes.
Me dejé llevar por esa sonrisa. No entendía mucho de lo que decía. Solo me perdía en este libro que tenia oculto en la casa hace muchos años.
—¡Ohh Margaret... ojalá existieras de verdad! —Suspiré.
—¡Louis sal yaaa!. El desayuno está listo —Escucho a mi madre gritar.—¡Ya voy mamá! —le respondo como puedo y me levanto de mi cama—. No se puede leer en paz en esta casa —murmure con fastidio.
—¡Apúrate que vas a llegar tarde otra vez!.
—¡Ya te dije mamá que no vale la pena ir!.
Entra en mi habitación echado fuego por los ojos, claramente estaba enfadada conmigo.
—¿Cómo puedes hablar así Louis?, ya hablamos de esto. No hay otro colegio cerca. Ni tampoco tenemos suficiente dinero para que vayas a la otra ciudad. Tendrás que conformarte con esta —me impuso con la mirada fría cruzando los brazos.
—¡Ya ya yaaa, ya entendí! —la interrumpí agachando un poco la cabeza apenado—. Ya me voy.
Es verdad, desde que mi padre nos abandonó vivimos en escasez de recursos. Y mi madre tubo que buscar otro empleo más para solventar los gastos.
Yo le ayudo con lo que puedo en casa.—¡Así me gusta! —Sonrió dulcemente, olvidando inmediatamente el enojo y añadió—: por algo sacaste el color de mis ojos —Me abraza cálidamente.
Sí, había sacado el color de ojos azules de mi madre. Y lo único para lo que me servían era para perderme en la literatura. Nada más.
Nunca mencionó mi parentesco con mí padre. Lo cierto es que ambos no queríamos hablar de ese tema. Pero era inevitable para mí no pensarlo ya que debajo de mi almohada había una pequeña foto que me hacía recordar cómo era él.
En la foto parecía un hombre alegre. Tenía los ojos cafés y el cabello castaño como el mío.—Pero primero, cámbiate. Pareces el vago de la esquina.
Simplemente pongo los ojos en blanco, pero no había dudas de eso. Con mi ropa desaliñada y mi cabello retorcido si que lo era, pero un poco más culto diría yo. Bueno hoy empiezo un nuevo semestre.
—Ahí te deje tu ropa —Me señala mi uniforme bien planchado que puso en mi cama—. Y baja a desayunar Louis —me ordena antes de salir de mi habitación.
—Gracias Ma.
Era la misma camisa blanca, pantalones negros y la corbata a cuadros en tonos azules característico de la institución.
Unos minutos después de haberme cambiado, me bajo por las escaleras al comedor ya que mi habitación estaba en la parte de arriba.
En la parte baja estaba el comedor bien acomodado y al lado la cocina que no era muy amplia. Mi casa no es tan grande pero si que es un lugar muy acogedor.
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LIBRO OCULTO
Teen Fiction"Un libro que gira ante su propia realidad y te hace olvidar la tuya". Un libro que estaba oculto ante los ojos de cualquier mortal, solo aparecería cuando sea el momento. No habrá escapatoria al comenzar. Una maldición que tendrá que ser evitada a...