¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒́ 𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑠, 𝑠𝑖 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑖𝑛𝑒𝑏𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒?
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Un chico aparece para hacer la vida de varios chicos en una tormenta de sentimientos inexplicables para ellos, pero divertidos para él.
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𝐻𝑎𝑟𝑒 𝑞𝑢𝑒...
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— ¿Qué clase tienes ahora Efelios?— preguntaba Skelit mientras salía de la cafetería junto a los demás monstruos que estaban en la mesa.
El demonio sacó su horario —Gimnasia— decía mientras leía la hoja que le dio Buena Sangre — Después de eso tengo ciencia y por último Actividad de Club— terminaba de leer su horario para ese día
— Si gustas puedo ir contigo al gimnasio, igual tengo Gimnasia ahorita— le comentaba Lagoon — Solo deja paso por mi uniforme de deportes y vamos— ante lo último dicho Efelios pregunto "¿Hay uniforme?"
— Si, ¿no has ido a tu casillero cariño?— le preguntaba Operetta que estaba recargada en Invisibilly
— No, salí del despacho de la directora y me fui directo a clases— le contestaba mientras acercaba al chico dragón hacia él, ya que un chico toro iba a chocar con él por estar hablando con un pelinaranja — ¿Estás bien Xiǎo huǒ?— le preguntaba al peliverde "Si, gracias" respondía con un sonrojo el dragón debido al apodo que le dijo.
Él llamado por parte invisibilly hizo que quitará su mirada del asiático— En tu casillero encontras tu uniforme de deportes junto con otras cosas que te puede servir— comentaba timido el fantasma
Lagoon se acercó al demonio y le pidio la carpeta de dónde sacó su horario —Parece que tu casillero es él 666— Efelios no evito sacar una carcajada
— No se si fue considencia o lo hicieron aproposito— comentaba divertido
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— ¿Entonces sabes francés?— preguntaba Lagoon, aquel era otro chico que le había llamado la atención al demonio, él sentía que detrás de aquella tranquila mirada se encondía alguién totalmente diferente y Efelios quería descubir que tanto guardaba; ellos dos se encontraban dirigiendose hacia el casillero del demonio, los demás ya se habían dirigido a sus respectivas clases
— Si, soy políglota — aquella respuesta sorpendió al azulado — En el infierno no hay mucho que hacer aunque no lo creas, asi que cuando era niño me la pasaba leyendo en la gran bibloteca de mi casa— decía Efelios mientras buscabas su casillero ya que ya habían llegado en dónde este se encontraba.
