¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒́ 𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑠, 𝑠𝑖 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑖𝑛𝑒𝑏𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒?
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Un chico aparece para hacer la vida de varios chicos en una tormenta de sentimientos inexplicables para ellos, pero divertidos para él.
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𝐻𝑎𝑟𝑒 𝑞𝑢𝑒...
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Solo podía sentir como le faltaba muy poco para terminar, la entrada del pelimorado parecía ansiosa cada vez que el entraba más fuerte y que decir de los gemidos que se le escapaban a ambos monstruos.
El moreno estaba en pleno extasis, las sensaciones que sentía mientras hacía suyo al demonio era una cosa inexplicable.
—Li..caón— llamaba con dificultad el alado debido a los gemidos y a la posición en como se encontraba —Ah~— aquel gemido parece que activo algo en el lobo que lo hizo ir más rápido.
Clawd estaba a nada de terminar.
Cuando en eso se logra escuchar un fuerte ruido que hace confundir al lobo.
—¿Eh?— decía demasiado confundido el moreno, ya que de estar dentro del demonio que lo volvía loco estaba dentro de su cama con una prominente erección por otro sueño humedo que tiene desde que esta en su nueva vivienda —Era muy bueno para ser verdad— daba una risa ingenua mientras apagaba la alarma que le anunciaba que tenía que ir a clases.
— Parece que tendre que solucionar esto de nuevo con agua fría— se decía a si mismo mientras se levantaba de su cama y veía como su miembro se levantaba con orugullo.
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—Buen día— decía el moreno hacía los monnstruos que estaban desayunando en la cocina, estaba por tomar su asiento cuando un Nale le extiende un plato con su desayuno —¡Oh! Gracias— expresó tomando el plato, en su respuesta el ser blanquecino hizo un reverencia.
—Tranquilo no fuiste al único que sorprendieron así— decía el dragón, dejando de comer su jiangbin, ante esto los demás invitados asintieron a lo anteriormente dicho.
—Licaón— llamaba su atención el pelimorado que estaba en la cabeza de la mesa— ¿cómo dormiste?— preguntaba mientras veía como el lobo se acomodaba en su asiento y estaba a nada de clavarle el colmillo a sus huevos rancheros con bistec.
