Canciones de Fracaso

Capítulo 4

Los pantalones fluidos cayeron al suelo y lo que quedó en Jin fueron los pequeños accesorios que colgaban de él como pequeñas estrellas. Abajo había tres anillos de oro que estaban colocados en la base de su vara. Unidos a esos anillos dorados había pequeñas cadenas doradas que se envolvían alrededor de su cintura, produciendo tintineos que picaban el corazón ahora ardiente de cierta persona.

Jin no dejó de bailar. Esta vez sin el movimiento fluido de la ropa, bailó muy lenta y sensualmente, dejando que el hombre tomara cada parte de su cuerpo sin tocarlo. El aire era frío sin ropa, pero la atmósfera en la habitación era lo suficientemente caliente como para mantenerlos a los dos intoxicados en el momento.

Cada sacudida de sus caderas ganaba un rebote de su vara, produciendo tintineos que resonaban en los oídos de Carsus. Cada deslizamiento y balanceo que tomaba lo hacían colgar tentadoramente a los ojos de un depredador. Con una mirada de complicidad, Jin caminó hacia el rey lentamente y de manera relajada.

Carsus pareció volver a la realidad y miró a Jin con una mirada peligrosa, aunque Jin escuchó un poco de pánico escondido debajo. "¡Qué, qué crees que estás haciendo!"

Jin se sentó a horcajadas sobre el regazo de Carsus, pero el otro se echó hacia atrás y trató de evitarlo un poco, sintiendo que tocarlo era como tocar fuego.

Jin hizo una pausa por un momento y miró confundido al rey, "¿No me llamaste para entretenerte esta noche?" En ese momento, recordó lo que dijo Ilmond y se dio cuenta de algo. Ilmond también pensó que lo llamaban para entretener al rey, pero ¿el rey simplemente quería una actuación personal de él?

Miró al hombre ligeramente asustado y nervioso sobre el que estaba sentado. El hombre estaba inquieto y trató de evitar su mirada, aunque sus orejas estaban un poco rojas. Ahhh, ya veo lo que está pasando~

"Su alteza, ¿podría ser que nunca lo experimentó?" Las palabras de Jin estaban mezcladas con bromas juguetonas. Sintió hacia la parte inferior del cuerpo de Carsus y percibió que el lugar ya comenzaba a levantarse.

"¿Experimentar qué? ¿¡De qué estás hablando!?" Carsus parecía genuinamente confundido bajo su estado nervioso.

Ohoh, qué chico tan puro. Jin pensó divertido. Y aquí pensé que me llamaba para otra cosa, cuando lo único que quería era verme bailar.

Jin continuó bromeando: "¿Qué tal esto? Esta noche, te enseñaré cómo hacerlo. Te prometo que te enseñaré a sentirte bien". Jin susurró seductoramente contra el oído de Carsus. Enganchó sus brazos alrededor de su cuello y frotó la parte inferior de su cuerpo de manera bastante ambigua contra la de Carsus, sintiendo la respiración irregular del otro en la nuca.

Carsus no dijo una palabra y estaba trabajando duro para controlarse. El hombre que tenía delante evocaba cierto deseo pero no sabía qué hacer con él ni cómo apagarlo. Al final, todo lo que hizo fue permanecer en silencio.

Al ver esto, Jin levantó la comisura de su boca y viajó lentamente hacia abajo. Al descubrir la túnica de la parte inferior del cuerpo del hombre, una gran vara saltó a su vista.

Oh hombre, él es grande, Jin tragó saliva. Lentamente se estaba llenando de deseo, pero necesitaba controlarlo por el momento. Sin prisas, Jin deslizó su lengua hasta la parte superior de la vara del hombre. Escuchó un jadeo ahogado y la gran vara se movió ligeramente.

Dio una sonrisa juguetona y lamió otra vez la punta de la vara. Luego, comenzó desde la base y lo siguió hasta la abertura. La respiración de Carsus comenzaba lentamente a volverse pesada.

Poco a poco, Jin tomó todo el cuerpo del hombre en su boca y chupó. Su lengua rodeó al hombre en su boca y se retiró antes de tomarlo por completo de nuevo. Esta vez, miró hacia Carsus, quien parecía tener problemas para recuperarse. Su mirada trajo una tentación que Carsus no pudo resistir.