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─Dejen a la gata donde la encontraron.
─¡Pero abuela-!
─Silencio, Niyu, vayan juntos y dejen a la gata donde estaba.
─P-pero siempre he querido tener de mascota a un felino... ─el pequeño miró hacia la gata que sostenía en brazos, quien alzaba la vista y maullaba, su hermana a su lado en silencio. ─Tenías razón Nariu, ─miró a la chica y luego a la mayor ─Qué mala abuela, ¿es porque la gata es negra y crees en el mito de que dan mala suerte?
La señora Min rió a la vez que negaba, sentada en el viejo sillón. Después fue que suspiró mientras les asentía.
─Está bien, pueden quedarse con la gata. ¿Verificaron si es una híbrida?
─¿Cómo se sabe que es una híbrida?
Nariu cuestionó ingenua, pero solo recibió una negación por parte de la abuela, Niyu lo que sí hizo fue bajar a la gata de sus brazos, el roce de la felina cuando se colocaba y sentaba recta, moviendo su colita, al lado de la chica.
─Olvídenlo, Niyu sube a la gata a tu habitación o a la que sea, mientras tu hermana me hace un favor. Y Nariu, luego no te espantes si vez de repente a una linda chica sentada en tu cama.
─No creo que sea una híbrida, abue...
La menor miró hacia la felina que pese a todo le atisbaba igual, Niyu quien luego la tomaba en brazos con una sonrisita, acariciando sus orejitas, el maullido que la de pelaje oscuro soltó y la abuela Min volvió a reírse.
"Niño fastidioso, quiero que mi nueva amo me cargue mejor". Haerin volvió a soltar un maullido y Nariu la vio.
─Sí es una híbrida, definitivamente.
─¿De verdad? ─Niyu dijo con asombro, suspirando al ver que la gata bajaba de nuevo de sus brazos y se posicionaba al lado de su hermana, detrás más bien, Nariu con el ceño fruncido. ─Ya no me quiere...
─Al parecer la vecina Jennie no será la única con una híbrida, de cachorro realmente, ahora ayúdame a levantarme de aquí e ir a la cocina, Nariu. ─la señora Min tomó el bastón a su lado, notando a la menor acercarse.
─Está bien, abue. ¿Haremos las galletas?
─Por supuesto.
La mayor miró hacia la gata y sonrió un poco más.
─Esperemos le guste las galletas a nuestra nueva acompañante.
"Sino tienen chispitas de chocolate, no me gustarán." Haerin maulló.
─Vez, si les gustarán.
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