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"P-pues es que... Mira, mira haya"
Dijo el nombrado con un todo de angustia, desesperación y por alguna razón tristeza mientras señalaba el lugar son la vista.
El contrario al notar que estaban los chicos de su colegio alli, rápidamente guardo todos sus juguetes en su mochila y se levantó para recoger la sabana, claramente diciéndole a gingin que se levante para luego sacudir su mantita e irse rápidamente de allí a una cafetería un poco alejada del parque.

"oye, por que aunque pasen los minutos sigues pareciendo un tomate?"
Dijo minmin riendo por cómo el tono de la cara de su amigo no bajaba de color

"E-es que, pues, tu no entiendes, sólo que no puedo parar de pensar en el"
Dijo entre suspiros mientras jugaba con la cucharita que le dieron para revolver  su batido con los topings de arriba.

"Ya, ya. Oye, ¿cuando llegue la comida me das de la tuya? Y yo te doy de la mía, es que me gustan mucho las 2"
Dijo con un pucherito en sus labios, uno muy Tierno, haciendo que los que los veían en el café, solo pensaran en cómo estaban a punto de morir de la ternura.

"Sipí"
Fue lo único que dijo antes de que sus postres llegarán a su mecita.
Solo siguieron comiendo dulce y tiernamente por otros minutos, hasta que vieron como el sol ya estaba casi desaparecido, aunque tampoco le tomaron mucha importancia.
Terminaron su comidita y se fueron del lugar, no sin antes comprar unas donitas rellenas para comer, Seungmin llevó 2, una para el y otra para su mami.
Innie llevó 4, una para el y otras para su hermano, su hermana y su mami; En este momento estaban caminando juntos, se separaban hasta la última cuadra, uno hacia un lado, y otro hacia el otro, mientras caminaban hablaban de que hacer algún otro día de sus vidas, como ir a jugar a la casa de alguno cuando entren en little space, o ir a algún parque acuático sintiéndose niños grandes, y sin darse cuenta ya se tenían que separara, se abrazaron y se abrieron camino a sus casas con un pucherito en sus labios.


※※※

Jeongin ya había llegado a su casita, como no tenía llaves porque creían que sí se les daban no iba a quedarse nunca en casa y se iría a por aquí por haya y al final estaría preso por asalto y consumo de drogas, tuvo que tocar la puerta, eran las 8:30 de la noche, algo tarde a la hora en la que lo dejaron salir, así que jugaba con los bordes de su camiseta mientras esperaba que le abrieran la puerta, y como supuso, fue su hermanito querido y amado quien abrió   }obvio no es por su bien que dice esto{.

Cuando Chan por fin abrió la puerta, lo recibió con su mayor cara de enfado que jamás alguien podría haber visto jamás.

"H-hola Channie"
Dijo muy nervioso el menor con mucho miedo como para querer pasar a él interior de su hogar.

" Dime, ¿qué hora es?"
Pregunto un Christoper muy serio, y con un tono de voz extremadamente firme y frío, se sentía como mil punzadas al corazon.

"L-las ocho y media"
Respondió un muy nervioso chico.

"¿Y a que hora te dije que tenías que llegar como máximo?"

"Siete"
Dijo el pequeño innie sientiendose muy mal por haber hecho enojar a su hermanito, inconscientemente estaba entrando en su little, tenía los ojos levemente cristalizados y una cabeza gacha.

"¿Y por qué no estabas aquí a esa hora? ¿Por qué siempre desobedeces, nunca te comportas bien, siempre solo te importa lo que vague en tu mente en ese preciso momento, y es por eso que ahora vas a estar castigado"
Dijo chan mirándolo fija y crudamente de brazos cruzados.

Al contrario por accidente se le salió un leve gimoteo, que rápidamente llamó la atención de su hermano, pero antes de este decir algo el menor habló primero

"L-lo siento, siento no ser un niño bueno"
Y luego de esto ya no pudo aguantar su llanto, se sentía cada ves más pequeño, su mente bajaba y bajaba cada ves más tiempo.

"O-oye, innie no te pongas así, tampoco es para tanto, o acaso te sientes peq-"
Fue interrumpido por un empujón, y este a causa de que innie corrió hacia su habitación.
Y por obvias razones lo siguió intentando alcanzarlo, sin embargo este le cerró la puerta en la cara, poniéndole seguro, y se dejó resbalar dándole la espalda a la pared, esto lo imitó el mayor del lado de afuera.
El pequeño solo podía llorar, si estuviera "normal" de un berrinche porque el no es mamá y no lo puede controlar no habría pasado, pero como se empezó a sentir TAN pequeño, solo podía llorar, odiaba cuando channie se enojaba con el, así que solo pudo mirar las donas que había lanzado a su lado <Por suerte estaban empaquetadas> y llorar más fuerte al saber que nisiquiera podrá saber que si a su mami le gustó la donita, porque extrañaba a su hermanita Hanna-banana y porque su hermano estaba afuera de la habitación muy enojado con el, sin saber que hacer solo abrió la puerta, haciendo que su hermano sentado a él otro lado de esta se parara rápidamente, pero de nuevo, antes de poder soltar una palabra, su hermano lo interrumpió dándole una dona y diciendo.

"Innie siente, innie trajo donita para channie"
Balbuceo entre sollozos extendiendo su donita hacia el pecho de su hermanito.

"Tranquilo, solo no desobedescas a channie y nada va a pasar, ¿sabes que hiciste algo mal, no?"
Dijo en un suave tono, sabía que si innie era muy sencible, en su little enserio podía llorar por horas por un simple regaño con la voz en alto.
Antes de que respondiera lo interrumpió, no quería oír sus palabras de bebé en este momento, lo estaba regañando, y sabía que se ablandaria su mente si lo veía de esa forma tan... Tan.... Vulnerable
"tranquilo, solo no van a haber galletitas ¿si?"
El pequeño asintió con la cabeza gacha y aún algunas lágrimitas.
"ven, vamos a la sala a jugar con los dinosaurios, o autitos, o no se que quieras jugar"
Dijo chan en un tono suave y extendiendo una de sus manos para tomar la dona que en nigun momento se había movido del frente de su pecho, y la otra para tomarle la mano al bebito.
Sin embargo, el bebito luego de unos pasos cayó al piso, y muy necesitado extendió sus brazos a su hermanito abriendo y cerrando sus puñitos, necesitaba que lo alzaran

¡Necesitaba atención!

Y su hermano lo hizo, con un poco de esfuerzo logró llevarlo hasta la encimera de la cocina para dejarlo hay sentadito mientras el preparaba leche calentita, un poco para el bebé en su biberon y otro poco para el poder bajar su donita.

Al terminar de prepararlo, llevo las cosas al cuarto del bebé, este se asustó porque pensó que lo habían dejado por ser un niño malo, pero al final, no te lo vas a creer

¡Volvieron!

No lo habían abandonado, y eso lo hacía sentir muy feliz, su hermanito lo cargo y lo llevó hacia su habitación, mientras el comía su rica donita, también sostenía el biberon del bebé para que este dormiera en paz.

¡Y lo logró! ¡El bebito dormía plácidamente pegado al pechito de su hermano!

¡Y lo logró! ¡El bebito dormía plácidamente pegado al pechito de su hermano!

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Olu

Innie ¿Por Que Tan Tierno? / (Abdl) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora