Mía - JACOB BLACK

DOS

– ¿Tú conoces a Edward Cullen? — sentí como se tensaba a mi lado, tragó algo de saliva y asintió

– Creo que Bella me ha hablado de él, es su amigo. — tensó la mandíbula y miró hacia otro lado, pero yo sentía que me mentía — ¿Por qué? ¿Pasa algo con él?

– No, no pasa nada. — dije y seguí caminando, él guardó silencio en todo el camino de regreso a mi casa, habíamos salido, me había disculpado por el mal entendido de la otra vez y habíamos quedado en una cafetería

Jacob se había cortado el cabello, y parecía más serio

– Debo arreglar un asunto, nos vemos luego. — dijo de manera extraña, cómo si quisiera irse de aquí lo más pronto posible

– ¿No ibas a pasar? — él abrió la boca, como si recién se acordará de eso

– Sí, pero... Recién recuerdo que tengo algo pendiente. Discúlpame. — asentí, el corrió hacia el bosque y desapareció entre los árboles

Estaba abriendo mi puerta cuando un carro gris se estacionó frente a mi casa, pensé qué tal vez sólo iba a otra casa pero no había encontrado lugar de estacionamiento, pero sentí la necesidad de voltear y acercarme

– ¿Hola? — era el mismo carro que me advirtió que me caería, el mismo tipo raro — Disculpe, ¿Lo conozco?

– Soy Edward. — bajó de el auto y sonrió, ya no parecía el mismo de ayer, el mismo serio que dijo que no deberíamos ser amigos, pero aún así me alegre y me acerque

– Hola Ed. — él me miró raro por su nuevo apodo, pero no dijo nada, yo sólo sonreí más

– ¿Quieres pasear?

Asentí y me subí a su carro

– ¿Ahora sí quieres ser mi amigo? — rió y avanzó

– Bueno... En realidad, no puedo, pero algo de ti me llama. — lo miré con el ceño fruncido, ¿Cómo que algo lo llamaba? — Me inspiras tranquilidad, y sé que esta amistad puede acabar mal, pero Alice siempre dice que...

Lo interrumpí — ¿Quién es Alice?

– Mi hermana — dijo y prosiguió — Ella siempre dice que se puede cambiar el futuro, que no sólo hay una opción, que tú puedes hacer tu propio futuro. Es por eso que quiero que tu futuro no sea como Alice lo planteo.

– ¿Perdón? ¿Alice es algún tipo de médium?

Negó y dio una risa, pero sin gracia, sentí que todo lo que me había dicho no debió de haberlo hecho, cómo si algo de él impidiera decirme toda la verdad

– Perdón, Edward. De verdad no entiendo. — reí algo incomoda por la situación — ¿Puedes explicarme?

– No, te metería en más peligro. — dijo. Tomó mi mano, sin despegar su vista de el frente — No quiero que estés en peligro, Juliana... Pero de verdad, no puedo alejarme de ti.

– ¿Por qué estaría en peligro?

– Por reglas nuestras. — ¿Reglas? ¿Pertenecen a un tipo de culto o algo por el estilo? — No pertenecemos a cosas raras, ni nada de eso. Creo que la plática debería quedar aquí.

Asentí y miré hacia el frente, Edward dio un frenazo y cuando miré hacia arriba Jacob estaba en medio de la calle, impidiendo que pasemos

– ¿Jake? — susurré. Bajé mi ventana, y asomé la cabeza, para apreciar un Jake sin camisa y bajo la lluvia. Su semblante estaba totalmente serio, su mandíbula apretada — ¿Jacob, estás bien?

Grité. Sentía que él no me escuchaba, sólo miraba hacia acá, totalmente quieto.

Intenté bajarme de el auto pero Edward tomó mi mano, haciendo que no pudiera salir