𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | ❝ A él le gusta ella, a ella le gusta él, todos los sabemos, excepto ellos. ❞
Sirius Black: Engreido, mujeriego, arrogante, testarudo, casanova, idiota... esas son solo algunas de las palabras con las que Sabrina describ...
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" Algunos de nosotros sabemos como no dejarnos atrapar. "
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LAS BOLSAS NEGRAS debajo de los ojos de Sabrina era lo que más resaltaba de su rostro mientras Sophie la arrastraba a ella y a Donn hacía las afueras del colegio. Eran apenas las seis de la mañana y Sabrina deseaba que su amiga no fuera tan energetica a todas horas. Donn parecía tener el mismo deseo que ella, ya que miraba a la rubia como si fuera la culpable de todos los males del mundo.
—¿A quien en su sano juicio se le ocurrió poner las benditas pruebas de Quidditch a las seis y media de la mañana? —exclamó la castaña, realmente indignada porque no la dejaran continuar con su sueño, mientras que era arrastrada hasta las gradas. Se sorprendió al ver el estadio bastante lleno, se esperaba menos gente.
Sophie las arrastró hasta arriba de todo, para poder ver mejor a los jugadores que se preparaban para dar la prueba. Alex y Lucas estaban en el aire. Las tres niñas se encontraron con Luke, quien leía un libro gordo y grande, que parecía ser bastante pesado, sin prestar mucha atención al partido.
—¿Hace cuanto tiempo estas aquí? —cuestionó la hufflepuff, sentandose al lado de Sophie, casi encima de ella, pues resulta que esos últimos días habían estado muy cariñosas.
—Desde las cinco —le respondió, encogiendose de hombros, Sabrina abrió los ojos, ¿como podía seguir despierto?— Los chicos querían prepararse bien. Yo creo que entraran, son muy buenos.
—¿Cómo sabes que son buenos? Jamas has venido a un partido de Quidditch.
—Realmente no sé si son buenos pero espero que lo sean porque si no entran a ese maldito equipo, quien tendrá que escuchar sus reclamos y lamentos tendré que ser yo.
El capitan de Hufflepuff llamó a los que se iban a probar y comenzó a hablarles, palabras que no llegaban a los oídos de Sabrina por la lejanía, y pronto todos se elvaron en el aire y comenzaron con la prueba. Al otro lado de la cancha, Gryffindor también hacía su prueba.
A unos pocos metros alejados, Remus y Peter observaban a Sirius jugar. Se estaba probando de golpeador. El licantropo, no tardó en verla y acercarse a ella.
—Hola —la saludó.
—Hola, Remus.
—Tus amigos son muy buenos —comentó él al ver una gran vltereta en el aire de Lucas.
—Sí, pues James es el mejor del equipo de Gryffindor —le tocó a ella alagar.
—Cierto.
Se quedaron unos segundos en silencio.
—Veo que reaccionaron bien —decidió hablar ella, sin despegar los ojos de los jugadores, Remus la miro confundido.
