Todo, sabía todo.
Todos hablaban de él, el hablaba con todos.
Tenía todo, a todos bajo él y sus dulces y quizás pasivas agresivas palabras o promesas, nunca sabes si miente o no porque él nunca es sincero al 100% aún si hubiera razones para abrirse.
Casi nunca estaba en casa porque siempre estaba acompañado o por la cuidad por por personas sin importar si era de noche o de día, estaba en casa de sus padres, de sus amigos, en alguna fiesta, en una reunión, en su oficina, era increíble casi estaba en todos lados.
Al margen de lo normal, él tenía una vida perfecta y realizada.
Millonario, inteligente, estudió dos carreras y dueño de no sé que tantas cosas tan joven, la prensa lo amaba y el público también a pesar de su humor caótico, no tenía novia o esposa o hijos tampoco estaba apurado para ello y tampoco estaba seguro si tendría.
Su familia era la mejor, la amaron y criaron de la mejor mejor manera y ni hablar de sus amistades pero al hablar de su vida era como algo irreal o así lo sentía él.
Todo pasaba y todo sucedía pero no causaba nada en él y lo sentía cuando tomaba en su bar privado en su penthouse.
El tenía secretos pero creo que todos tenemos y esos le pesaban que quizás esas eran las razones de su insomnio pero no lo era, simplemente no lo sabía.
Sabía todo de todos menos algo de él mismo, a pesar de ser tan feliz al mismo tiempo no lo era, no sabia que era...recientemente comenzó a salir con una chica que como le gustaba y también su hermano tendría un hijo y estaba más que feliz pero...
simplemente no lo sabia y le enojaba no saber, le enojaba tanto.