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ᝰ.ᐟ MIS PIERNAS TEMBLABAN y mis dientes machacaban mis uñas causando un estridente ruido en el silencio de la cabaña de Hermes, estaba nerviosa, creo que eso era obvio pero, ¿Cómo no estarlo?, el plan había salido "bien" sin embargo fue evidente que alguien había robado el rayo maestro y eso puso en alerta a todo el Olimpo haciendo que todos los dioses se culparán los unos a otros y cualquiera fuera sospechoso.
Además tener el maldito rayo maestro todo el tiempo en mis manos o frente a mi, escondiéndolo en mi cajón de ropa interior o debajo de la litera de Luke no ayudaban a que mis nervios se calmarán.
—¿Puedes parar con eso? —me pidió Luke mientras limpiaba el rayo maestro con un trapo que encontramos por allí, estaba irritado por mi comportamiento y eso era evidente—, suenas cómo un ratón cuando te muerdes las uñas.
—Lo siento —intente disculparme y saque mis dedos de mi boca—, es solo que... siento que esto esta mal —cuando dije eso fue como si activara un mecanismo en su cuello y de inmediato se dio vuelta para mirarme.
—Priscilla, ya hablamos de esto —dijo él con voz molesta—, ¿Me harás repetir lo que dije?
—No —respondí de inmediato mientras el sonido de mis tacones golpeando el suelo de madera aún era bastante fuerte y evidente—, ¿Qué pasa si nos atrapan?
—Maldición, Priscilla —Luke habló aún más molesto dejando de lado el trapo y el rayo maestro—, no nos atraparán.
—¿Pero que tal si lo hacen?
—¡Qué no lo harán!
¿Me acaba de gritar?, sí, creo que es muy obvio que te acaba de gritar Priscilla. Cómo odio cunado me gritan y odio cuando Luke es quien me grita.
—Bien... —suspiré apartando la mirada y me hice pequeña en mi asiento—, lo siento —murmuré tratando de aguantarme las lágrimas.
Luke rodó los ojos y se acercó a mi—, Preciosa... —susurró él arrodillándose frente a mí—, mírame —negué con la cabeza—, ¿solo por que te grite vas a llorar?
—Sí, ¿tienes algún problema? —dije mientras mis labios temblaban ligeramente—, sabes que no me gusta que me griten.
—Agh... claro, por que te recuerda a tu estúpido padre —Luke tomó mi barbilla entre sus dedos forzando mis ojos a mirarle—, lo siento, ¿okey?
