𝖆𝖈𝖙 𝖔𝖓𝖊

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;; 𝐇𝐈𝐆𝐇 𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ▪
♯ 𝖺𝖼𝗍 𝗈𝗇𝖾, prologue, pricilla's pov :
the beginning of the end ଽ
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;; 𝐇𝐈𝐆𝐇 𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ▪♯ 𝖺𝖼𝗍 𝗈𝗇𝖾, prologue, pricilla's pov : the beginning of the end ଽꞋꞌꞋꞌ ꞋꞌꞋꞌꞋꞌꞋꞌ ꞋꞌꞋ

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ᝰ.ᐟ      NADIE EN SU sano juicio quiere ser un semidiós y nadie elige ser uno, si tan solo los dioses fueran conscientes del daño que hacen al engendrar niños con mortales condenandolos a sentir que no encajan en ningún lado, incluso dentro de su propia familia.

Ese fue nuestro lamentable caso.

Cuando la implacable diosa del amor se enamoro de mi padre le hizo creer que nunca se separarían, que él era el único en su corazón –aun que no fuera cierto– fue cuando yo nací. Mi padre estaba deleitado con que me pareciera a ella y aquel catorce de febrero fue el más feliz de su vida, y tal vez el último.

Pero cuando ella decidió irse y al darse cuenta de mi padre era muy humano para ella tomó la decisión que ya había sido suficiente de tanto amor, flores y encanto y era hora de volver a sus deberes como diosa.

Pronto la similitud con ella ya no era más una bendición para papá si no un terrible recordatorio del abandono de su amada Afrodita. Comenzó a beber y yo pasé de ser su adorado tesoro a una simple sirvienta que trataba de cuidar de que no se muriera de un coma etílico.

Lo único bueno que heredé de aquel hombre fue su determinación y su capacidad de aferrarse a las cosas que le importaban o le convenían, lo estamos acusando de mal padre, no de imbécil. Cuando me di cuenta de que no era bienvenida en su corazón –ni en su casa– y de que, prácticamente desde que recordaba, no había día en el que no me golpeara con su cinturón de cuero negro, decidí que yo no quería esa vida.

Pude haberme quedado pero ciertamente carecía de amor hacía aquel hombre que cada que estaba sobrio me recordaba cuanto me detestaba y cuanto me parecía a Afrodita.

Fue por eso mismo que una noche mientras él y uno de sus asquerosos amigos –que se había metido una noche a mi habitación con el pretexto de que no encontraba el baño solo para verme desnuda a mis siete años– que tome mi mochila con estampado de My Little Pony metiendo solo mi muñeca Barbie, una sudadera rosa, una foto de mi madre conmigo en brazos y mi algunas golosinas.

Me aloje por un tiempo con la única mujer que me soportaba y me entendía; Elizabeth, ella era igual a mi, una semidiosa pero al contrario de mi ella era hija de la diosa Demeter. Me gustaba estar con ella, era modista y cocinaba de maravilla sin embargo mi felicidad no duró mucho pues en mi cumpleaños número trece todo se torno más feo.

Una furia fue a buscarme, Elizabeth trató de darme tiempo y se sacrifico por mí.

No todo fue malo, mientras vagaba por las calles me encontré con una pequeña niña que al parecer también veía a los pegasos en el cielo, de inmediato supe que ella era como yo.

Annabeth era una niña dulce aún que trataba de ocultarlo, ella me agradaba y pasamos bastante tiempo juntas robando comida para poder sobrevivir y fue en uno de esos tantos robos que los conocimos a ellos; Luke y Thalia.

Debo admitir que la primera vez que los vi creí que iban a robarnos, no pueden culparme por arrojarle una piedra a la cabeza a Luke tratando de defender a Annabeth y que Thalia no se acercara. Pero pronto comprendí que ellos eran inofensivos... la mayor parte del tiempo y cuando ya tenían confianza establecida.

Formamos una alianza, Luke y yo nos encargariamos de los robos y Thalia y Annabeth de encontrar un lugar para pasar la noche. La vida no era excelente pero no era mala, sobretodo Luke la hacía mejor contándome cuentos hasta que me quedara dormida en su pecho tratando de no morir de frió.

Con Thalia fue diferente, tuve que ganarme su favor, ella pensaba que to era inservible y distraía a Luke de la misión de no morir pues él siempre trataba de darme regalos y procurar que tuviera las suficientes mantas posibles, era como si nada le importara más que yo y Thalia no se lo tomó para nada bien. Aún así solo basto algunas sonrisas y leves coqueteos además de sederle algunas de mis mantas y acceder a maquillarla todos los días para ganarme su aprecio y cariño.

Pero fue cuestión de tiempo para llamar la atención de monstruos de nuevo.

Para nuestra suerte Grover llegó a tiempo para explicarnos de la existencia del Campamento Mestizo, un santuario para semidioses como nosotros donde podríamos estar en paz y dejar de preocuparnos por si viviríamos al siguiente día.

En el camino perdimos a Thalia. Zeus la convirtió en un pino y mi madre añadió unas rosas a su tronco como agradecimiento de salvarme la vida aun que no entiendo como eso pudo haber sido recompensa suficiente.

Luke estaba furioso cuando despertamos al siguiente día en la enfermería del Campamento, podía ver el odio que le tenía a Zeus por arrebatarnos a nuestra Thalia, nuestra amada amiga y hermana.

Cuando Afrodita me reclamo tan solo algunos días después de nuestra llegada note como Luke se distanció de mi, en parte era por mi cariño y devoción hacia mi madre, mis ofrendas que según él; no tenían razón de ser.

A pesar de algunos desacuerdos yo siempre terminaba del lado de Luke para complacerlo, lo quería mucho, lo amaba mucho como para contradecirlo y hacerlo enojar, después de todo a él le debía la vida.

Pronto las aguas se calmaron y por fin en mucho tiempo Luke, Annabeth y yo teníamos paz, yo seguía a Luke a todos lados y así mismo lo hacía Annabeth conmigo, todos en la cabaña de Hermes se habían acostumbrado a mi presencia y cuando Luke les daba la mirada, a sus hermanos ellos salían de la cabaña y nos dejaban solos para poder... charlar.

Todo era pacífico hasta que a Luke se le ocurrió robar el rayo maestro, ahí fue cuando supe que todo por lo que luchamos y construimos juntos se iba a ir al carajo.


















































































...
Amoooo!!!!, creo que me estoy enamorando cada día más con Luke Castellan, esquisofrenicos y con pedos mentales más allá de mi comprensión, así me gustan.

Recuerden comentar y votar, ya que eso me motiva mucho, me gusta mucho leer sus comentarios y lo que opinan de la historia.

𝐇𝐈𝐆𝐇 𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒, 𝗅𝗎𝗄𝖾 𝖼𝖺𝗌𝗍𝖾𝗅𝗅𝖺𝗇 ; pjoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora