𝘾𝙃𝘼𝙈𝙋𝙄𝙊𝙉 ᵎ𓂅
❛ Ser un campeón no sirve de nada,
porque sigo siendo un perdedor,
y es por ti.❜
°🐉𝀗| Parker Lawrence o mejor conocida por el público como Dragón Lawrence, regresa a...
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Parker Lawrence All Valley
ENTRENAMIENTO, ESA ERA LA PARTE favorita de Parker en el karate. Claro que las maneras poco ortodoxas de su padre no eran sus favoritas, pero las respetaba, ya que esas la habían llevado a grandes oportunidades. Su padre la había levantado temprano para el entrenamiento de los estudiantes, el cual sería en un lugar donde habían autos usados y viejos. Se había puesto una licra negra para hacer ejercicio y una camisa de cobra kai de color roja —la cual le había dado su padre —y unos vans a cuatros blancos y negros. Ellos llegaron temprano a aquel lugar y los estudiantes que llegaron después, estaban confundidos. Parker rio al ver sus caras, iguales a la que ella tuvo.
—Han entrenado duro —comenzó a hablar Jhonny —Son más fuertes, rudos y rápidos. Se esforzaron. Están listos para este torneo ¿no?
—¡Si, sensei! —gritaron todos.
—¡Error! —grito tirando la lata que tenia en la mano.
Parker negó ante esa conducta, mientras lo miraba desde abajo del auto donde estaba su padre.
—Su mejor esfuerzo no es nada —les grito —Si quieren ganar el torneo de Karate sub-18 de All Valley, tiene que dar lo mejor de lo mejor.
—Deben de ser campeones —susurro Parker.
—Por eso a partir de ahora verán lo peor de mi —anunció el rubio.
—¿Qué no ya lo estabas dando a conocer? —preguntó sarcastica la rubia.
—Dragón —la llamo y la nombrada asintió —Cállate.
—Bien —asintió rápidamente.
—¿Entendido? —Miró a sus alumnos.
—¡Si, sensei!
—¿Son perdedores?
—¡No, sensei!
—¿Ustedes son nerdos?
—¡No sensei!
—¿Están seguros de eso? —preguntó Dragón.
—¡No, sensei! —gritaron.
Jhonny se puso las manos en la cara negando y Parker soltó una carcajada ante la estupidez de esos chicos.
—Muy bien ¡a formarse tontos! —grito Dragón.
Los estudiantes hicieron caso a la orden de la rubia y su padre comenzó a dar instrucciones. Mientras esta se amarraba el cabello en una coleta alta —ya que este sería un entrenamiento largo —, Halcón se le acercó y sonrió coqueto.
—¿Cómo esta el tatuaje? —preguntó.
—Ya no duele —le mostró su antebrazo —Papá cree que es cool y mi hermano quiere golpear al tonto que me llevo a hacerme un tatuaje en la primera cita.
