IMPOSIBLE

CAPITULO 2

Arriba en la galeria estan Axel y Tyler(los gemelos)

Ralentizo mi paso poco a poco, mi corazón late deprisa, mis respiraciones son agitadas. Mi cuerpo está exhausto. Me siento sin energía tanto física como psicológicamente. Creo que no me seguirán. He corrido demasiado rápido. Les he despistado.

Me centro en el lugar en el que estoy. Parece una larga avenida, estoy algo despistada y desorientada. Las calles están fuertemente iluminadas. De muchísimos colores. Por un momento me permito el pensar que solo existo yo y las luces. Muchas familias unidas van sonriendo alegre por la calle. Varias parejas se disputan por quien quiere más a quien. Niños corretean por la calle unos detrás de otros. Personas en las cafeterías charlando con un café entre sus manos.

Me siento tan ajena en este mundo...

Giro a la derecha en cuanto la avenida me lo permite. Me dirijo al puente, aislado de la ciudad.

A pesar de no ser de gran tamaño impone a su manera. Sus arcos dorados son reflejados en la luz del agua. Pequeños farolillos de diversos colores iluminan el puente.

Subo con toda la tranquilidad que puedo al puente. Una vez ya arriba veo el puerto en el horizonte. Los barcos empiezan a desembarcar con todo el silencio posible. Parecen ladrones.

Estoy sumida en mis pensamientos. Noto el frio recorrer mis brazos. Me recojo el pelo en una cola.

Veo mi reflejo en el agua cristalina. Miro mis facciones. Mi cabello descuidado y alborotado. Mi piel más blanca de lo normal. Mis mejillas están algo rosadas debido a la carrera. Pequeñas ojeras surcan mis ojos marrones. Tengo la cara algo demacrada. Al parecer no estoy en mis mejores días.

Inconscientemente me toco el collar asentado en mi cuello. Jugueteo con él. Lo abro, veo la foto, sonrío y lo vuelvo a cerrar.

Me apoyo en el puente.

Noto una punzada de dolor en mi cabeza. Algo anda mal.

Noto unos pasos cerca. La cabeza me empieza a dar vueltas. Un fuerte dolor se instala en mi cerebro, y estalla.

Lo último que veo antes de desmayarme y caer en el frio suelo son unos ojos. Los ojos más bonitos que he visto en mi vida y descifro en ellos algo de preocupación.

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Mi cuerpo siente un ligero zarandeo. Oigo voces lejanas a mí. Me cuesta abrir los ojos, a pesar de ello los intento abrir con toda la poca fuerza que tengo.

La poca luz que se cuela por mi ventana me ciega. Lo que hace que cierre de nuevo los ojos. Involuntariamente. Noto mis labios secos y cortados. Y mi cabeza algo dolida. Po0co a poco me llegan fogonazos de recuerdos del día anterior. Al recuperar ya mi memoria abro bruscamente los ojos.

Me encuentro en una sala blanca. Estoy sobre una camilla, rodeada de monitores que emiten diferentes sonidos y ruidos. Creo que estoy en una especie de hospital. La sala está vacía. Antes de darme cuenta un chico entra en la habitación.

Va con una bata blanca. Tiene el pelo moreno con una tez demasiada blanca. Aparenta ente unos 30 a 35 años.

Sus labios curvan una ligera sonrisa.

-Señorita Storm, me alegro de que se haya despertado. ¿Puede contarme lo ocurrido?-Se sienta lentamente en la butaca de la habitación y dirige su mirada serena a mí.

-La verdad señor es que no sé lo que paso, tan solo de repente note un dolor agudo en mi cabeza y me desmaye...

-...Y la trajo un chico aquí.-Contestó terminando por mí.