One Night

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- Déjame estar esta noche contigo, Ayami, solo una noche - dije parada en la puerta de su departamento.

Muto me miró como si estuviera viendo un fantasma, era lógico, teníamos 6 meses de habernos separado.

Qué tu ex novia se aparezca con evidente estado etílico en la puerta de tu casa no debe ser nada grato.

Le sonrio y ella aún sorprendida sigue sosteniendo la puerta sin saber realmente qué decir, pero mi esperanza está en que aún no ha dado un portazo dejándome ahí.

Veo en sus ojos una pregunta, la cual realmente no quiero satisfacer, veo sus labios, los cuales tengo unas ganas terribles de volver a besar como antaño.

- Suzuka, ¿qué haces aquí? -aquellos labios graciles se mueven para hablar y yo solo quiero tenerlos en una danza con los míos, pero sé que tengo que responder.

- Vine a celebrar que en una semana te casas - sonrio de nuevo y levanto la botella que llevo.

Mi ex novia cierra los ojos, sabiendo el dolor que le provocan mis palabras, soy torpe y distraída, pero no idiota.

Sé que aquella mujer me ama, se que lo hace como yo a ella, nos amábamos con una locura increíble.

Estábamos destinadas a estar juntas pero su compromiso a su familia pudo más y yo no pude más que aceptar lo que ella quería.

Qué equivocada estaba.

Estos han sido los 6 meses más horribles de mi existencia, por eso acepté la invitación que me hizo Riho para que tomáramos algo.

Por eso ahora estoy parada en la puerta del departamento de mi ex mujer.

- Solo una noche, Ayami - le dije dando un paso quedando muy cerca de ella - solo esta noche déjame celebrar contigo - ella me miró con sus ojos acuosos, bajando la vista y asintió.

Dejándome entrar en aquel departamento que siempre fue mi segunda casa, entré y todo seguía igual que cuando me fui.

Nada había cambiado, hasta la foto que había en la repisa junto a la cocina.

Una foto mía en el camerino después de uno de mis conciertos y ella apareciendo enfrente de mí sonriendo.

Sonreí al ver eso, la nostalgia me golpeó con fuerza, si alguien en ese momento me hubiera dicho como terminarían las cosas lo hubiera golpeado.

En ese momento era la mujer más feliz del mundo que había tenido lo que más amaba.

No era la reina del metal, era la reina del mundo.

Teniendo a Ayami a mi lado, no necesitaba más.

Sonreí al darme cuenta que eso se había acabado, me sentía bastante borracha pero lo suficiente sobria como para saber lo que hacía.

Ayami solo me miraba pero no decía nada, se acercó a la cocina y sacó unas copas y yo como pude abrí la botella.

Serví la bebida espumeante en las dos copas y le ofrecí una.

Un suave gracias salió de sus labios, mirando la copa, pero vi que no la tomaba.

Yo me llevé la copa a mis labios y la tomé de un solo trago y tomé la botella para volverme a servir, pero vi que una mano se interpuso entre la copa y la boca de la botella.

- Ya no más, Suzuka... Por favor - dijo por fin mirándome y pude ver en sus ojos tantas emociones - necesitas dormir un poco, ya has tomado lo suficiente - dijo acercándose a mi y quitándome la copa y poniéndola en la barra de la cocina.

Stolen Kisses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora